La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Cúcuta
¿Quién responderá por daños que causó explosión en Cúcuta?
‘Terminé de rezar el Salmo 91 y se produjo la explosión’, dijo una de las afectadas.
Image
La opinión
La Opinión
Viernes, 21 de Febrero de 2020

Teresa García, una mujer de 87 años, relató el drama vivido por la fuerte explosión en el puente Jorobado sobre el Canal Bogotá que partió los 22 ventanales e hizo estremecer hasta los cimientos de su casa.

“Me senté en la mecedora a rezar y cuando terminé el Salmo 91 se dio la explosión”, dijo esta matrona ocañera que aún no se recupera del trauma vivido y confiesa que se despierta por las pesadillas que le reviven el angustioso momento.

Ella, como muchas personas de la avenida 1 con calle 3 en el barrio Lleras Restrepo y La Merced, soportaron la onda explosiva dentro de sus viviendas, porque no fueron evacuadas oportunamente, según las denuncias de los afectados.

El artefacto dejado en una caja al parecer por guerrilleros del Eln, fue activado de manera controlada por las autoridades hacia las 9:33 de la mañana del lunes 17 de febrero, tras varias horas de terror generalizado, porque se corrió la voz de que Cúcuta era atacada desde varios flancos. 

Encomendándose a Dios, Teresa confió en que nada le podía pasar y por eso permaneció en el garaje de su casa, justo en diagonal a donde estaba el explosivo, repitiendo con voz trémula “ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte,  ninguna calamidad llegará a tu hogar”.  

Sin embargo, después de la explosión y el fogonazo que produjo la bomba y que averió una aleta del puente, los destrozos de su vivienda fueron grandes y allí todo quedó revuelto. Los vidrios de las ventanas fueron recogidos en cinco cajas grandes por dos personas que la mujer contrató para que pusieran un poco de orden ante semejante desastre.

Lea además Detonan de manera controlada la caja con explosivos en el Canal Bogotá

“Hubo improvisación”  

Una historia semejante la vivió el propietario de un local comercial ubicado a pocos metros del lugar del estallido, y que dormía con su compañera en el segundo piso sin percatarse de que afuera había un gran barullo desde las 6 de la mañana, al ser detectada una caja sospechosa dejada por desconocidos y que resultó ser una carga explosiva, según la señal dada por Cronos al olfatear el paquete, un perro antiexplosivos del Cuerpo Técnico Investigación (CTI) de la Fiscalía. 

En ese momento fueron activados los protocolos para detonarla de manera controlada, “sin percatarse de que había personas expuestas y que no todos alcanzamos a salir porque no hubo un perifoneo y ninguna autoridad policial o civil llegó a advertirnos del peligro”, expresaron varios vecinos.

“Ocurrida la explosión nadie preguntó si había personas afectadas física y emocionalmente, no se vio ninguna ambulancia en el lugar y menos los socorristas, por lo que creemos que hubo mucha improvisación y no se activaron todos los protocolos de seguridad para ese procedimiento”, agregaron.

“Los daños fueron cuantiosos, tanto en viviendas como en locales comerciales, pero transcurridos cuatro días todavía no ha sido elaborado un censo real de los afectados ni se han cuantificado los daños, por lo que no sabemos quién nos va a responder”, fue la queja generalizada tanto en Lleras como en La Merced, los dos barrios afectados por la onda explosiva. 

El secretario para la Gestión del Riesgo de Desastres de Cúcuta, Huber Hernando Plazas,  dijo que sus funcionarios hicieron la verificación de los daños estableciendo que se registraron afectaciones menores en 31 viviendas y locales comerciales, en cuatro manzanas a la redonda del punto de la explosión controlada, además de dos señoras que sufrieron problemas nerviosos, a quienes les asignarán sicólogos para el respectivo acompañamiento. 

El funcionario precisó que ayer, al cierre de esta edición, tendrían el reporte terminado y el censo total para determinar los pasos a seguir y las ayudas que se establezcan para las familias afectadas según los términos de ley, así como la mitigación del riesgo en la aleta del puente Jorobado que sufrió el daño.  

Un potente explosivo

Las autoridades policiales informaron en su momento que el paquete dejado por los presuntos guerrilleros contenía al menos seis kilos de pentolita, que tenía instalado el mismo método de activación de radiofrecuencia (a través de un radio de comunicación con la misma frecuencia), que el artefacto dejado la madrugada del lunes junto al puente García Herreros, sobre el Anillo Vial Occidental, y que lesionó al policía David Reyes Jiménez, encargado de desactivarlo.  

Temas del Día