Cuando nació, Jesús Eduardo Lizcano, de 9 años, fue diagnosticado con retardo psicomotor. Vive con su madre Belkis Fonseca en el barrio Rudecindo Soto. El anhelo de ella es que él pueda alcanzar el máximo nivel de integración social que le permita su condición. Pero, no había podido brindarle ayuda especializada porque son pobres.

El pequeño fue seleccionado junto con 39 niños más con discapacidad y en condición de vulnerabilidad para formar parte del convenio entre la Fundación Con-Sentido y la Alcaldía de Cúcuta, a través del cual reciben la terapia que necesitan de forma gratuita.

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Los beneficiados son buscados a las 6:30 de la mañana hasta sus casas, y son llevados a la sede de la fundación, en El Pórtico, donde reciben terapias interdisciplinarias (psicológicas, lenguaje, fisioterapia, equinoterapia, hidroterapia, terapia ocupacional), así como alimentación, recreación y atención pedagógica. A las 2:30 p.m. son llevados de nuevo a sus casas.

(El programa empezó hace dos años con 16 niños, y este año son 40 menores de edad, entre 5 y 10, de los estratos 1 y 2.)

Las atenciones van dirigidas a menores entre 5 y 10 años, de los estratos 1 y 2, a quienes se les hizo una visita domiciliaria y se constató que sus familias no tienen dinero para costear el tratamiento.

“Yo había estado detrás del programa desde el 2016, hasta que por fin Marlyn fue seleccionada, porque no tengo para pagar una terapia de estas, son costosas. Y ahora veo cómo ha mejorado en sus relaciones con los demás niños y es más cordial en la casa”, dijo Sandra Milena Ropero, mamá de Marlyn Durán, 8, quien nació con síndrome de Down.

El alcalde de Cúcuta, César Rojas, explicó que el convenio con la fundación comenzó hace dos años con 16 niños y que ahora se amplió los beneficiados. Indicó que el contrato era hasta junio, pero seguirá hasta septiembre.

La gerente del proyecto, Érika Ortiz, explicó que las terapias son de 40 minutos y que cada terapeuta atiende máximo a dos niños. 

Aquí son atendidos 40 niños; sin embargo, la necesidad en Cúcuta es mucho mayor. Ortiz precisó que son unos 500 menores que presentan algún tipo de discapacidad y requieren este tipo de atención.