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Cultura
Darwin Delgado pinta con café
Se dedicó de lleno al arte y se gana la vida pintando murales y haciendo cuadros al óleo sobre lienzo.
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Domingo, 14 de Abril de 2019

De estirpe campesina y con 17 años, Darwin Delgado Ramírez jamás imaginó que el cultivo que ha visto toda su vida en el campo se convertiría en la materia prima para emprender un proyecto de vida.

Junto con sus padres y decenas de jornaleros, recolecta café, hace la separación de la cáscara, lo lava, se seca al sol, se tuesta y tras la molienda, el grano se convierte en el polvo que alegra las mañanas de campesinos y citadinos, al calor de un buen tinto.

“Lo preparo como les gusta a las abuelas, bien cargado y cerrero. No me lo tomó sino que lo esparzo sobre un boceto y luego con la ayuda de pinceles se dan diferentes tonalidades que permiten crear arte”.

Delgado afirma que si se quiere un tono más oscuro se requiere más café que agua. “Los tonos medios deben equilibrarse y para los claros la regla opera con más agua”.

Preparada la pintura natural le da forma al cuadro con lápiz y la guía le permite generar obras con más facilidad. Para el joven el material que utiliza es una forma de hacerles un homenaje a los agricultores del Catatumbo.

Impulsado por campesinos

Delgado nació en la vereda La Marina del municipio de San Calixto y sus vecinos al ver las capacidades que tiene para el arte lo motivan para que haga de su talento un proyecto de vida.

Sus papás, Jesús Antonio Delgado López y Eddy Ramírez Zambrano, lo apoyan. “De niño soñó con ser actor y participaba en los centros literarios de la escuela. Luego ingresó a la Casa de la Cultura”.

En una oportunidad que llegaron artistas al pueblo a hacer murales para eliminar de las paredes mensajes de grupos guerrilleros, les ayudó y al finalizar le regalaron los sobrantes de pinturas y aerosoles. Con ellos hizo un oso en la finca, admirado por sus vecinos.

Cuando terminó el bachillerato les pidió permiso a sus papás para venir a Cúcuta y con los ahorros se matriculó en la academia Tallando Talentos, donde adquirió durante un mes las bases para pintar con el artista Samir Quintero. 

Al regresar y desde la Casa de la Cultura, se dedicó de lleno al arte y se gana la vida pintando murales y haciendo cuadros al óleo sobre lienzo.

La inspiración de Delgado son los paisajes del Catatumbo, especialmente los cafetales de San Calixto. Además, la riqueza en fauna y flora que tiene este vasto territorio.

El artista pertenece a la Red Nacional de Jóvenes Rurales y sueña con trascender en las artes visuales para mostrar la realidad de un territorio comúnmente asociado con violencia, pero donde es mayor la riqueza social, cultural y natural.

Una de las iniciativas que lidera para este fin, junto con los demás integrantes de la Red, es el montaje de una planta para el procesamiento del café. 

“El propósito es dar a conocer lo bueno del Catatumbo y demostrarle al Estado que los jóvenes son base para el desarrollo. En esta misión el arte es fundamental, por tanto permite sensibilizar y armonizar los ambientes”.

Delgado dibuja rostros y enseña a sus compañeros de Red a hacer bocetos. “Pinto a niños porque sus miradas son de esperanza, en el caso de animales como caballos y toros, representan la libertad y la fuerza del cambio”.

A futuro espera seguir mejorando en el arte y adquirir más formación para llevar los paisajes de la Provincia a salas de exposición en importantes galerías de Colombia y del exterior.

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