La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Cultura
‘Hijas del agua’ en el Santa Clara
Busca llamar la atención sobre la importancia de culturas colombianas aisladas y olvidadas.
Image
Colprensa
Colprensa
Domingo, 5 de Agosto de 2018

Un conjunto de retratos de mujeres, hombres y niños de las comunidades indígenas wayúu, gunadule, misak y arhuaca, intervenidos con diferentes técnicas artísticas, conforma la exposición ‘Hijas del agua’, proyecto conjunto de la artista Ana González y el fotógrafo Ruven Afanador.

Este trabajo busca llamar la atención sobre la importancia de estas culturas colombianas aisladas, olvidadas y de las que muchos aún desconocen su existencia. 

La relación de estas comunidades con la naturaleza y la idea de la preservación del agua como elemento fundamental para la vida, son el eje conductor de este proyecto artístico que pudo ejecutarse tras la firma del Acuerdo de Paz. 

El lente del fotógrafo Afanador captó las miradas de las mujeres indígenas del Caimán Alto (Urabá Antioqueño), el Cabo de la Vela (La Guajira), Silvia (Cauca) y la Sierra Nevada de Santa Marta (Magdalena). 

Ellas le permitieron explorar visualmente sus saberes, costumbres y tradiciones. El registro de esos mundos femeninos ancestrales fue enriquecido por la artista González, quien interpretó en sus intervenciones los numerosos viajes que hizo junto a Afanador.

Además, ella seleccionó los soportes para intervenir las fotografías con dibujos, textos de la tradición oral indígena, bordados y devastaciones de hilos.

‘Hijas del agua’ es la primera exposición temporal del año en el Museo Santa Clara de Bogotá y estará abierta al público hasta el 16 de septiembre.

La exposición ofrece la posibilidad de establecer similitudes entre las tradiciones culturales indígenas y la vida conventual de las mujeres de los siglos XVI al XVIII.

Cada una de las fotografías de esta serie habla del aislamiento al que por tradición ingresan las niñas indígenas al hacerse mujeres. 

En esa suerte de enclaustramiento temporal, estas jóvenes acceden a los saberes ancestrales de su comunidad a través de ciertos ritos y de la tradición oral. De modo semejante, las monjas que antaño habitaron el Claustro Santa Clara, vivieron una vida de aislamiento, esta vez vitalicio, en el que, separadas del mundo, dedicaban su vida a Dios aprendiendo de sus superioras los oficios y prácticas necesarias a su devoción.

González se graduó como arquitecta en la Universidad de los Andes, estudió posteriormente arte y género.

Afanador es fotógrafo colombiano radicado en Nueva York, uno de los más cotizados del mundo.

Temas del Día