El viejo puesto de salud del barrio El Progreso, en Pamplona, fue transformado en la primera biblioteca popular del municipio.
La iniciativa, liderada por la comunicadora social Tatiana Barajas Flórez, permitió que la antigua estructura, edificada hace 30 años para atender las dolencias de la comunidad, se convirtiera en un semillero de lectura y arte.
El proyecto fue presentado a la Junta de Acción Comunal del barrio y demás pobladores, quienes no solo permitieron que se utilizara las instalaciones del antiguo puesto de salud, sino que consiguieron parte de su nueva dotación mediante campañas.
La nueva sede tiene además de libros, televisores, impresoras, juguetes, bicicletas, muebles y cojines.
Tres meses fueron suficientes para que Barajas, y la comunidad adecuaron el espacio. Con pintura de colores dibujaron figuras llamativas en la fachada para hacer volar la imaginación de los usuarios.
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El nuevo centro de lectura está ubicado en el oriente del municipio y constituye en punto central para la atención niños, jóvenes y adultos.
Barajas asegura que la biblioteca es el primer modelo regional en llegarle a las comunidades, en especial a la primera infancia con iniciativas de desarrollo de las artes y el conocimiento.
La comunicadora, le apostó a esta iniciativa teniendo en cuenta que las bibliotecas populares han dado buenos resultados en Medellín, al conformarse la red más grande de este tipo que existe en América Latina.
De esta manera, cree que es la mejor forma de empezar a mitigar los niveles de violencia, es a través de la educación y el arte.
La biblioteca cuenta con semilleros de arte, música, al igual que procesos de lectura para quienes no saben leer y también para las personas que quieran indagar sobre cualquier tema.
“Estos modelos educativos son muy importantes, porque se le brinda a la gente otros espacios en donde el acceso al conocimiento sea ilimitado”, indicó Barajas.