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Hodeg, la nueva estrella del ciclismo colombiano
Cinco victorias y 17 top-10 en el circuito mundial.
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Colprensa
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Domingo, 14 de Octubre de 2018

A gran velocidad, como lo hace en cada embalaje final de una competencia, la carrera de Álvaro Hodeg marcha de manera acelerada hacia el éxito. En solo un año en el Quick-Step, el colombiano ya goza de respeto entre compañeros y rivales. Cinco victorias y 17 top-10 en el circuito mundial hablan de las condiciones del corredor que el pasado 16 de septiembre cumplió 22 años. 

Tras un año en el Quick-Step, ¿qué ha cambiado en su vida?

El cambio ha sido del 100 por ciento, me siento una persona más fuerte física y mentalmente. Tener la oportunidad de estar en este equipo me ha servido para enfocarme mucho más en mis sueños. Me siento más responsable, queriendo mejorar más; en sí, el deporte es mi vida, por él es que hago esfuerzos.

¿Su mamá Elsa le decía que no tenía necesidad de estar en el ciclismo?

Siempre he contado con el apoyo de mi familia. Pero es verdad, ella me decía que para qué sufrir en la bicicleta; le da miedo de que me arriesgue, pero es algo que me gusta, no quiero depender de nadie, lucho para forjar mi vida en este deporte, hacer mi propio camino.

¿Dónde nace ese deseo de dejar huella?

Desde pequeño observé a mi padre Álvaro levantarse temprano a trabajar, su constancia es admirable. Él es ganadero y pareciera que no se cansara, eso lo valoro. Pienso que ahí radican mis ganas de lograr cosas grandes y recompensar a mis padres en el sentido que levantaron un ser de bien y que le da alegrías al país.

Sorprende su rendimiento, pero sus resultados, reflejan que ha podido lograr más éxito, ¿qué falta?

A veces crees que ha faltado algo, entrenar más, estar más concentrado... pero las personas, cuando uno queda de segundo ven las cosas fáciles; incluso uno se da duro, pero el estar ahí ya es una ganancia, un aprendizaje.

Y se ha visto la recompensa, cuando en la Vuelta a Polonia ganó etapa y logró liderato de la general, jóvenes y por puntos...

Soy el que más golpes se da, pero las derrotas me fortalecen. Y decía: Dios mío, no voy a ser capaz; llamaba a mi mamá llorando porque quedar tantas veces segundo es bueno pero el que gana es quien se lleva el reconocimiento. Además estoy en un equipo en el que la consigna es triunfar, pese a que a mí no me presionan. La actuación en Polonia me llenó de demasiada confianza.

Claro, porque se da cuenta que sí se puede figurar ante los grandes...

Tengo los pies en la tierra, manteniendo siempre mi humildad, aún me queda mucho camino por recorrer y aprender, por eso no me conformo. Es más, cuando gano, me enfoco en qué errores cometí porque lo que intento es mejorar, ya que si me quedo pensando en las victorias puedo caer en el relajo.

Pero, ¿cómo logra esa superación en los momentos complicados?

El deportista requiere de profesionales que lo ayuden a superarse. En mi caso cuento con los consejos de mi mamá y también con el sicólogo del equipo, Jeff Brouwers. Personas como él me ayudan a no afligirme tanto. Somos personas solas, radicadas en países diferentes al nuestro, y encontrar seres que te guían es fundamental a la hora de los resultados.

¿Hay presión de querer seguir ganando?

Nunca pensé que me fuera a ir también este año, estaba nervioso porque era un mundo nuevo para mí, pero el apoyo brindado ha sido clave. Confieso que tras ganar en Bélgica -la Handzame Classic- inició una ansiedad de querer ganar más y más. Sentía presión, sin que nadie me la impusiera, lo cual es malo si no lo sabes manejar. Ahí es cuando uno se refugia en buenas personas que te hacen mirar más claro el horizonte, ganes o pierdas.

¿A qué apunta en la próxima temporada?

A la ratificación. Quiero hacer un buen calendario con el equipo, me darán más libertades. Espero disputar más carreras, no sé si alguna grande pues hay corredores que han hecho las cosas bien como Gaviria y Elia Viviani.

¿Egoísmos en este elenco de figuras?

En absoluto. A cada persona se le abren las oportunidades en su momento indicado y sin necesidad de estar compitiendo con un compañero. Allí no hay rivalidad, solo trabajo.

¿Cuál es la meta que se traza ahora?

Ganar en los Campos Elíseos, en la última etapa de un Tour. Lo que necesito es continuar trabajando y mantener las ganas de triunfar.

¿Ya en Colombia lo empiezan a identificar?

En las carreteras hay niños que ya gritan mi nombre. Esto me llena de orgullo, compromiso de hacer mejor mi trabajo y ser ejemplo a seguir.

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