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Economía
5 consejos para que la quincena rinda más
Así podrá idear estrategias para que ese dinero se use en pagos y artículos de necesidad básica. 
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Colprensa
Colprensa
Sábado, 17 de Febrero de 2018

No me alcanza la quincena. Esta quincena estuvo larguísima. Ya que paguen. Ya no creo sobrevivir esta quincena. ¿Me podrías prestar dinero? En la siguiente quincena te lo pago.

Si más de una estas frases le son familiares, quiere decir que tiene problemas con el manejo de dinero; por lo que debe tomar acciones inmediatas para que cambie su situación.

A continuación, una serie de consejos para que la quincena no se vaya en un instante y cree estrategias para que ese dinero se use en pagos y artículos de necesidad básica. 

1 No más gastos hormiga

Los gastos hormiga son todos aquellos que parecen ser poco significativos o por pocas cantidades, regularmente están relacionados con la compra y pago de comida chatarra, golosinas, estacionamientos, entre otros. 

“Son precisamente estos gastos los que debemos evitar si queremos sobrevivir a la quincena, ya que, debido a que estos se hacen con pocas cantidades, creemos que al final no afectan; sin embargo, cuando sumamos todos estos gastos nos damos cuenta de que destinamos una gran suma mensual en ellos (...) Si convertimos este gasto en presupuesto controlado, la posibilidad de hacer mucho más con ese dinero es alta”, explica Jorge Oseguera, director general de Giro. 

2 Limite las salidas

A veces cuando recibimos el pago de la quincena, lo primero que queremos es salir a algún sitio a comer o a divertirnos, pero después caemos en cuenta de que hemos derrochado grandes sumas de dinero en este tipo de paseos y que nuestra quincena se ha visto reducida. 

Para evadir esta situación es necesario limitar o erradicar por completo y por periodos concretos las salidas; aunque si la necesidad es constante lo que se puede hacer es fijar un presupuesto, basado en los gastos constantes y recurrentes, para financiar esta salida. 

3 Separe gastos

Cada mes o bimestralmente existen gastos que tenemos que cubrir obligatoriamente; por ejemplo, el pago de servicios, el pago de comidas y el pago de transporte. Por esta razón, es necesario que cada quincena se destine y guarde cierta cantidad de dinero para cubrir este tipo de gastos, y para evitar no tener el suficiente dinero para afrontar estos pagos que son necesarios. 

4 Gaste solo en lo importante

Es indudable que todos tenemos gustos y necesidades personales, como adquirir ropa, artículos tecnológicos o cualquier otro producto, pero si queremos que la quincena rinda es importante limitar estas compras poco racionales. Una solución es fijar una cantidad monetaria y de compras mensuales. Por ejemplo, que sólo compres un artículo al mes y que gastes menos de determinada suma en él. 

5 Un guardadito

Además del ahorro, es muy sano contar con un dinero extra para utilizar en adversidades o emergencias. 

“El ahorro es básico para poder cumplir nuestros objetivos no sólo económicos, sino también personales, y de hecho el contar con un dinero extra, fuera de este ahorro, puede ser benéfico para nuestro bolsillo, ya que así en caso de que necesitemos un poco más podemos sacar de esa ‘caja chica’ sin tocar nuestros ahorros”, puntualiza Oseguera.

En qué invertir, según la edad

Si bien no existe un lineamiento sobre cómo debe vivirse, Alejandro Saracho, experto en finanzas personales, sugiere en su libro Reconfiguración Financiera en qué deben invertir las personas de acuerdo con la edad para lograr la libertad financiera. 

Los verbos pensar, ganar, administrar, invertir y potenciar son los ejes del pensamiento bajo los cuales se centra el autor.

Es importante tener en cuenta que para hablar de inversión es necesario establecer un monto base con el que sí exista posibilidad de movilizar dinero en pro de generar ganancias y no solo efectuar gastos.

20 años

Para esta edad, en la que generalmente se está comenzando la vida laboral, se habla de generar diversas formas de ganar dinero con el fin de comenzar a construir un ahorro para efectuar inversiones posteriormente.

No obstante, las primeras etapas de la vida traen implícita una mentalidad de riesgo, la cual no debe ser ignorada del todo en un aspecto financiero, ya que, en la mayoría de los casos, aún no hay dependientes económicos que impidan que se puedan hacer este tipo de movimientos.

Saracho explica que el alto rendimiento debe ser uno de los pilares del movimiento financiero para quienes estén por esos años. 

José Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario, recomienda pensar a largo plazo pero no descuidar la eventual generación de ingresos que puedan servir para la vida diaria.

30 y 40 años

La mayor experiencia laboral y haber hecho estudios de posgrado son argumentos por los que en esta edad se devengue mejor que en los 20, no obstante, los gastos también van en subida.

En varios de los casos, se recomienda asentar un camino financiero en el que la creación de un patrimonio sea el objetivo principal del inversor. 

Por esta razón, los movimientos arriesgados no son del todo recomendados, puesto que, entre otras obligaciones, normalmente en estos años ya existen dependientes económicos.

Para tal fin, la búsqueda de fondos de inversión de menor riesgo se sugiere como prioritaria.

50 años

En esta edad se aproxima el retiro, por lo tanto es necesario garantizar que éste va a ser lo más gustoso posible. 

De la misma manera, esta etapa es un buen momento para minimizar las deudas. En cuanto a la inversión, la finca raíz se sugiere como la opción apropiada.

60 años

Como se dice popularmente, los años no llegan solos. Es por esto que es necesario guardar una porción del dinero ganado durante años anteriores y destinar este monto a tener un fondo para imprevistos.

También se asume que para estos años ya existen muchas cosas completamente aseguradas, motivo por el que no está mal arriesgar a inversiones con alta volatilidad.

Fuente: Colprensa-La República*

 

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