La frontera entre Norte de Santander y el Táchira, una vez la más dinámica de Amércia, es hoy un conflicto político y social que tiene efectos graves sobre la economía cucuteña que, además de luchar contra la pandemia mundial del coronavirus, lo está haciendo sin su principal aliado comercial, una relación que se ha perdido en el tiempo.

Las exportaciones de la región hacia Venezuela alcanzaron cifras históricas, sin embargo, los conflictos políticos le cerraron la puerta a la importante relación comercial que se forjó entre Cúcuta, Ureña, San Antonio y el resto del vecino país.

Actualmente, los empresarios de la ciudad avanzan en la reactivación de sus actividades económicas, y a pesar de que la frontera lleva varios años sin funcionar al 100 % de su capacidad, la demanda local se ha fortalecido con la llegada de venezolanos.

Teniendo en cuenta este contexto, en la junta directiva de la Cámara de Comercio de Cúcuta, los empresarios pidieron en conjunto que el presidente ejecutivo lidere una campaña para que haya un diálogo real entre ambos países, con el objetivo de abrir la frontera.

La petición para que Sergio Entrena, presidente ejecutivo de la Cámara, haga esta campaña viene acompañada de una advertencia, y es que los empresarios consideran que si no hay respuesta a esta solicitud gremial, utilizará las herramientas legales para pedirle al Gobierno que abra el paso comercial y de personas en los puentes de Cúcuta.

Luis Alfredo Quintero, miembros de la junta directiva de la Cámara, dijo que se están rompiendo leyes sobre el derecho humanitario al obligar que los venezolanos entren al país a través de los pasos ilegales. Además, de que la proliferación de economías ilícitas como el contrabando afectan a todos los empresarios.