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En Chitagá hidroeléctricas esperan permisos ambientales
Llevan más de dos años sin respuesta. 
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Martes, 5 de Junio de 2018

Tras la crisis de Hidrouituango se hace evidente en el país a necesidad de impulsar pequeños proyectos de generación de energía, de tal manera que se garantice el abastecimiento de la red eléctrica en el futuro sin depender totalmente de los grandes proyectos.

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El llamado lo hizo Luis Guillermo Vélez, un empresario y socio de la empresa Compañía Promotora de Proyectos Hidroeléctricos (CPPC), que desde hace varios años viene impulsando la construcción de dos pequeñas hidroeléctricas en la cuenca del río Chitagá.

El problema con los proyectos Chitagá 1 y Chitagá 2 es que no han recibido los permisos que debe otorgar la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor). Vélez señaló que desde hace más de dos años fueron entregados los documentos y estudios pertinentes de las dos iniciativas, pero hasta ahora no han tenido respuesta.

En las comunicaciones que se han intercambiado con Corponor les asegurán que están avanzando. El problema es que esta respuesta no debería haber demorado más de 180 días hábiles. 

Según el vocero de la compañía, después de recibir el aval, se necesitarían seis meses para poner a andar los proyectos que generarían cerca de 300 empleos directos durante su construcción.

Características de los proyectos

La idea de Vélez es generar energía aprovechando el caudal del río Chitagá y luego esta electricidad vendérsela a una gran empresa del sector, en este caso Centrales Eléctricas de Norte de Santander (Cens), propiedad del grupo Empresas Públicas de Medellín (EPM).

De acuerdo con los cálculos de los proyectos, las dos hidroelécrticas tendrían capacidad para producir 39,9 megavatios de potencia y la energía de 240 gigavatios hora año, “eso una calidad de energía muy importante”, que alcanzarían para dar energía constate a unas 200.000 personas.

Los proyectos tendrían una inversión de 30 millones de dólares cada uno que se conseguirían en un 70% con la banca y un 30% con inversión privada. Además, ya en funcionamiento, las regalías de las hidroeléctricas serían de 2.400 millones al año.

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