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Economía
Este es un año para hacer cuentas y no endeudarse
Ante la subida de los precios y el criticado aumento salarial del 7%, en 2016, es recomendable cuidar los gastos.
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Jorge Andrés Ríos Tangua
Sábado, 9 de Enero de 2016

Qué el salario mínimo es muy bajo! ¡Qué a las familias no les alcanza el dinero! ¡Qué no se puede comprar nada! ¡Qué todo cada vez está más caro! ¡Qué van a aumentar los impuestos! ¡Qué toca comer de lo mismo todo los días! Son expresiones muy comunes por estos días en las calles de Cúcuta y de todo el país.

Esta semana, tras conocerse que el costo de vida de 2015 cerró en 6,77%, aumentaron  las voces de protesta contra el aumento del 7% al salario mínimo. El índice de inflación, palabras más, palabras menos, indica que los precios de los productos y servicios necesarios para el diario vivir de una persona, presentaron el incremento más alto en mucho tiempo.

La queja de las centrales obreras es sencilla: un salario mínimo de $689.954 no alcanza para cubrir las necesidades básicas de una persona, más cuando se viene un aumento a las tarifas de salud, transporte, arriendo y otras, que se hacen conforme al incremento del salario y la inflación.

A esto hay que agregarle la gran posibilidad de que en los próximos meses los colombianos tengan que pagar más impuestos por la nueva reforma tributaria, con la que el Gobierno Nacional busca nivelar sus ingresos, golpeados por la fuerte caída de los precios del petróleo.

Pero, si el panorama es difícil para cerca de 1,7 millones de colombianos que se calcula reciben un salario mínimo, la situación es más preocupante para las familias de los cerca de 5,1 millones de trabajadores informales que se presume reciben menos de un salario mensual legal o los 2 millones de desocupados que no tienen ingresos para cubrir los gastos de sus necesidades básicas.

Cuentas duras

Mientras las familias empiezan a hacer cuentas para ajustar su presupuesto y cumplir la regla básica de no gastar más de lo que se recibe, La Opinión hizo un ejercicio de cálculo teniendo en cuenta un estudio elaborado por el Dane en 2012, donde se estableció como gastaban los colombianos el salario mínimo.

De acuerdo con el informe, la mayor parte del gasto en ese año la generaba la vivienda, con una participación del 38,77% del salario. Este porcentaje, ajustado al salario mínimo de hoy, equivale a $267.301, dinero insuficiente para pagar el arriendo de una vivienda estrato 2 en Cúcuta, cuyo precio alcanza hasta los $400.000.

Para los alimentos, una persona destinaba el 29,36% del sueldo, iguales a $202.423 del ingreso mínimo autorizado para 2016. En este caso, la cifra resulta bastante preocupante dado que los alimentos fueron los que más aumentaron de precio en 2015, con una variación del 10,58% y según los especialistas van a seguir subiendo por los daños que está generando el fenómeno de El Niño.

Entre los productos y servicios que componen la canasta básica, el vestuario y la diversión son los que menos recursos reciben, con una participación del 1,31% y 0,67% del gasto mensual. Según esto, una persona que gana un salario mínimo, destinaría hoy $8.992 mensuales para comprarse una camisa o un pantalón y $4.616 para salir de paseo, ir a cine o comer un helado.

Al final, según las cuentas hechas por firmas privadas, el costo mensual de la canasta básica (alimentos, vivienda, vestuario, salud, educación, diversión, transporte, comunicaciones y otros gastos) es de $1,3 millones, que representan $610.000 más del ingreso mínimo de un trabajador formal.

Gasto moderado

Ante el panorama de subida de costos y la recesión económica que afronta el país, Mauricio Reina, economista e investigador asociado de Fedesarrollo, recomendó tener cautela al momento de invertir y asumir deudas. Sin embargo, el experto expresó que no puede haber un pánico al gasto, porque esto generaría una mayor desaceleración del consumo y, por ende, de la economía nacional.

En esta misma línea, Catalina Guevara, analista macroeconómica de Alianza Valores, dijo que este debe ser un año de mucha cautela, sobre todo por la inflación y el dólar. “Hay que ahorrar y no asumir créditos innecesarios, porque las tasas de interés van a ser más altas”, aseguró.

El BBVA Research indicó que el 2016 estará marcado por deterioro del comercio y el mercado laboral,  con un menor consumo en bienes como los electrodomésticos y los automóviles.

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