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Economía
Guerra comercial supone el fin de la Organización Mundial de Comercio
Estados Unidos podría retirarse, si el gobierno no puede negociar algunos reglamentos.
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AFP
AFP
Lunes, 2 de Abril de 2018

La ONU, la OTAN y ahora la OMC? El anuncio a inicios de marzo de aranceles estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio equivale a una declaración de guerra contra la Organización Mundial de Comercio (OMC), consideran muchos expertos.

La ONU y la OTAN fueron regularmente criticadas y luego elogiadas por el presidente estadounidense Donald Trump. Ahora es el turno de la OMC, con sede en Ginebra, de experimentar algo similar.

Durante su campaña, Donald Trump mostró una viva hostilidad hacia la OMC, calificándola de organización del “desastre”, y sugirió que Estados Unidos podría retirarse si el gobierno estadounidense no puede negociar algunos reglamentos, especialmente en materia de tarifas aduanales.

Una vez instalado en la Casa Blanca, Donald Trump continuó sus ataques contra la OMC, que tiene 164 miembros, pese a los múltiples llamados a la calma de China y la Unión Europea.

Con elogios a los acuerdos comerciales bilaterales o amenazas con no someterse a las decisiones del Organismo de solución de diferendos de la OMC, la administración Trump siguió atacando al multilateralismo en los últimos meses, impulsando a la institución un poco más hacia el abismo.

Luego de los aranceles para el acero y el aluminio, el gobierno estadounidense amenazó el 22 de marzo con aplicar sanciones de hasta 60.000 millones de dólares para algunas importaciones chinas. De forma paralela un día después de este anuncio, Estados Unidos decidió lanzar un procedimiento ante la OMC contra China, acusada de “afectar los derechos a la propiedad intelectual de sus empresas”.

Estados Unidos reprocha desde hace tiempo al gobierno chino de beneficiarse del sistema coempresarial impuesto a las firmas extranjeras implantadas en China, para hacer un pillaje de las innovaciones tecnológicas estadounidenses.

“El hecho de que hayan llevado el diferendo ante la OMC significa que no se habla de Trump contra la OMC, sino de Trump utilizando la OMC”, dije Peter Ungphakorn, quien trabajó para la organización durante dos décadas.

Este ex portavoz de la OMC considera que están emergiendo las grandes líneas de la estrategia estadounidense en la OMC.

“Utilizarán cualquier arma que les facilite ganar”, dijo, y precisó que Estados Unidos seguirá trabajando en el marco de un sistema cuando lo quiera, al mismo tiempo que ignora las reglas si lo considera necesario.

Un ataque directo

Edward Alden, especialista de política comercial del think tank estadounidense Council on Foreign Relations, consideró que el día del anuncio de los derechos aduanales estadounidenses sobre el acero y el aluminio es “el día de la muerte de la OMC”. 

Para este experto, la OMC no podrá sobrevivir a esto, pues se coloca por delante el asunto de la seguridad nacional.

Todavía resta que el Organismo de solución de los diferendos de la OMC, encargado del arbitraje de los conflictos comerciales, hasta ahora no ha estatuido sobre un caso que invoque la cláusula de excepción a nombre de la seguridad nacional.

Por ahora ningún país ha planteado el asunto de los derechos aduanales estadounidenses sobre el acero y el aluminio ante el Organismo de solución de diferendos de la OMC. Si una demanda es presentada por cada país y si los jueces de la OMC aceptaran el argumento estadounidense de la defensa de la seguridad nacional, todos los países podrían hacer de igual manera, dijo Alden.

Sin embargo, la Confederación de la Industria Alemana (BDI) acusó a Estados Unidos de debilitar intencionadamente la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de socavar el derecho comercial internacional.

“La agenda comercial del Gobierno estadounidense contempla una reforma de la OMC, pero en la práctica, Washington socava el derecho comercial internacional”, afirmó el presidente de la BDI, Dieter Kempf.

Para los expertos, el futuro de la OMC dependerá de la acción de Donald Trump y de la reacción de los otros miembros de la organización.

Según Alden, los miembros de la OMC, en particular China y la Unión Europea, deberán tomar medidas concretas para responder a las frustraciones expresadas por Estados Unidos. De lo contrario, “pienso que la OMC se volverá cada vez menos pertinente”, dice, pero asegura que la organización no desparecerá tan rápido.

China responde con más aranceles

China cumplió con su amenaza e impuso ayer nuevos aranceles a 128 productos estadounidenses por un valor de 3.000 millones de dólares, en respuesta al anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de tasar las importaciones de acero y aluminio.

La decisión china, tomada por la comisión gubernamental encargada de los aranceles aduaneros, afecta a productos diversos como frutas, carne de cerdo y  residuos de aluminio.

Estas medidas se producen tras varias semanas de tensiones bilaterales, que alimentan los temores de un conflicto comercial abierto entre los dos gigantes mundiales.

“Esperamos que Estados Unidos abandonará lo más rápido posible sus medidas que violan las normas de la OMC para la reanudación normal del comercio sino-estadounidense”, indicó el ministerio chino de Comercio.

“La cooperación entre China y Estados Unidos, las dos mayores economías mundiales, es la única opción posible”, agregó.

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