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Economía
Los efectos que tendría el alza de 6% para el salario mínimo de 2018
Según el presidente Duque, este acuerdo muestra que los sectores se pueden poner de acuerdo en lo que le conviene al país.
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Colprensa
Colprensa
Viernes, 21 de Diciembre de 2018

El anuncio de un acuerdo para el incremento del salario mínimo para 2019, que entregó el presidente de la República, Iván Duque Márquez, sorprendió a más de uno que no esperaba que esta noticia se fuera a dar tan rápido, teniendo en cuenta que en otros años la cifra se conoció en la última semana del año, por lo general a través de un decreto del Gobierno Nacional.

Fueron tres semanas de discusiones, donde empresarios y sindicatos de trabajadores expusieron sus propuestas y tuvieron la oportunidad de conocer del Gobierno Nacional, las principales cifras económicas para empezar a pujar por un incremento que se ajustara con la realidad nacional, que al final terminó siendo del 6 % para el salario y 10 % para el auxilio de transporte.

Duque manifestó, en alocución presidencial, que este acuerdo muestra que los sectores se pueden poner de acuerdo en lo que le conviene al país y en lo que Colombia necesita para reactivar la economía e ir mejorando las condiciones de todos los trabajadores e ir generando más empleos formales.

“Quiero anunciar que el aumento del salario mínimo será del 6 % y tendremos el aumento real del salario mínimo más significativo en los últimos 25 años. De igual manera, el aumento que tendremos en el auxilio de transporte será del 10 %”, anunció el mandatario colombiano.

Luego del anuncio se han generado diferentes reacciones a favor y en contra de los efectos que traerá para el próximo año. Inflación, informalidad y gasto público son algunos de los coletazos del alza para la economía, según expertos consultados por COLPRENSA.

Inflación

Para el analista y profesor de la Universidad Javeriana, Jorge Restrepo, uno de los primeros efectos que traerá el aumento del salario mínimo será el aumento de la inflación, ya que el 3,33 % en el que terminaría este año se va a ver duplicado por el 6 % en los lazos de algunos precios atados a este factor.  

“Esta es una decisión imprudente e irresponsable, genera más gasto público, ampliando el déficit y afectando la capacidad de competir de la economía. Es muy probable que este aumento impulse la inflación, pero hay que recordar que en Colombia hay muchos precios que están atados al salario mínimo como, por ejemplo, algunas multas, otros salarios, muchas sentencias judiciales y esto indudablemente tendrá un efecto”, sostuvo Restrepo.

Con esta postura concuerda el decano de la Universidad Central, Erick Behar Villegas, quien sostiene que el efecto inflacionario no se dará por el hecho de que gran parte de la población del país devengue un salario mínimo, sino porque es tomado como referencia para otras tantas decisiones que tendrán un costo en producción.

“Hay personas que hacen contratos por prestación de servicios o contratos más altos basados en el salario mínimo, entonces eso se vuelve una referencia y va a hacer que aumenten los costos de producción en las diferentes empresas, entidades y organizaciones. Esto refleja la llegada de un efecto inflacionario para el próximo año”, apuntó Behar.

El analista agregó que sumado a este efecto está el vaivén del resultado en la decisión sobre la prima a la canasta familiar, iniciativa del partido Centro Democrático y que podría impactar “fuertemente” la inflación el próximo año, así como los coletazos internacionales que se puedan presentar en el país.  

“Si da frutos la propuesta de la prima a la canasta familiar, lo cual es algo artificial y que sale de la nada pese al aumento aumentado en un 6% el salario mínimo, el golpe a la inflación sería fuerte, porque eso no solo aplicaría para los que ganan el mínimo sino para otros que ganan hasta dos y ahí se amplía la base, algo que es preocupante”, puntualizó el analista.  

Ante estas miradas, el economista y abogado José Acosta se mostró en desacuerdo con sus colegas y argumentó que el aumento acordado por el Gobierno Nacional, los empresarios y parte de las centrales obreras fue acorde a la economía del país, ya que impulsará la demanda del consumidor.  

“Fue conveniente el 6 %, sobre todo en momentos en los que la demanda agregada y el optimismo del consumidor anda por el suelo. Es fundamental entender que dentro del PIB más de la mitad se alimenta o se debe por el lado de la demanda agregada del consumidor, siendo motor de la economía. Si llega a presentar problemas inflacionarios no serán de gran envergadura, a razón de que se ajustó lo que se esperaba y fue con base a ella”, expresó el analista.  

Informalidad

Así como se podría ver afectada la inflación, el salario mínimo esta netamente ligado a la formulación de empleo y por ende a la arista de la informalidad. Los analistas sostienen que si bien favorece a quienes tienen trabajo, es “inconveniente” para los informales y desempleados, ya que genera más gasto público.

El analista Jorge Restrepo sostuvo que por tratarse de un aumento tan importante tendrá efectos sobre todas aquellas personas que no alcanzan a ganar un salario mínimo o que no tienen trabajo, engrosando así la tasa de la informalidad laboral que se ubica alrededor del 48 %, según cifras del Dane.

“Subir el salario mínimo un 7 % (si se considera el reajuste del subsidio de transporte), en una economía con más del 9 % de desempleo, ciudades con hasta 20 % de desempleo, y los jóvenes y mujeres con tasas de más del 14 % de desempleo, es una decisión imprudente e irresponsable”, dijo.

Sobre este efecto, Behar argumentó que es relativamente “favorable”, pese a que resaltó que un 5 % era más “conveniente”, ya que permitiría que no se diera un “cuello de botella” impactando en las finanzas de las empresas.  

“Las empresas puede que ahora no estén incentivadas a contratar el mismo número de personas que habrían querido. Los gastos en pago para el empleador aumentarán, porque se alzan los gastos legales de un empelado, este incremento trae consigo un riesgo en la informalidad”, comentó Behar.  

Para Acosta, esta relación de desempleo con un alto salario mínimo no corresponde con la economía del país y argumentó que es todo lo contrario, ya que permite expandir más las finanzas.

“Siempre se ha dicho que la informalidad o el desempleo de Colombia, que es uno de los más altos de América Latina, se deriva de un elevado salario mínimo, pero esa apreciación no es cierta, sino que, al contrario, da una mayor amplitud y crecimiento a la economía, y esto es la principal herramienta contra la informalidad y no un salario mínimo barato o disminuido”, detalló el analista.

Gasto Público

La decisión de un aumento del 6 % en el salario mínimo también dejó un sinsabor para los analistas, en lo que se refiere al gasto público, ya que concuerdan en que se aumentará considerablemente.

“Teniendo en cuenta que el 6 % es el doble de la inflación, y muy por encima del crecimiento de la capacidad de producir de la economía, el efecto también estará sobre el gasto público.  Esto inmediatamente se trasmite a los aumentos de los trabajadores estatales, los empelados oficiales y servidores públicos y, a su vez, sobre los altos funcionarios del Estado, de manera que no fue lo más responsable este aumento tan alto. Una buena cifra habría sido un 5 %”, manifestó Jorge Restrepo.

Para Belhar, un mayor gasto público solo sería posible que se dé en cuanto a los pagos de los dineros en salarios y aclaró que esto no impactaría en el déficit central que ronda los 14 billones de pesos.  

“Esto no afectará el déficit del sector central. El Estado cuenta con un aumento probable de los salarios que tiene que pagar con base en inflación. Esperemos que el gasto público no sea muy elevado, porque ahí sí habría líos con el déficit”, apuntó Behar.  

Ante la propuesta de un mayor porcentaje para el alza del salario mínimo, los analistas concuerdan en que esto no beneficiaría a la economía, ya que sería una estrategia política que desestabilizaría las finanzas.  

“Nunca fue posible un aumento del 10 %, como lo pedían algunos sindicatos. Políticamente sí es posible, como lo hizo López Obrador en México aumentando el salario a un 16 %, pero esto es de un gran riesgo y nosotros no estábamos en las condiciones adecuadas para afrontarlo”, dijo Behar, quien resaltó que un aumento desmesurado podría conducir a un estancamiento del empleo en todo el país.  

Jorge Restrepo apuntó que la decisión del gobierno da un “timonazo” en materia de opinión, ya que esto significaría un respaldo en un momento en que se encontraba “muy de capa caída”, en términos del apoyo ciudadano.

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