El Ministerio de Comercio recogió 13 de estos “beneficios”, entre los cuales se cuenta el polémico monotributo, opcional y alternativo para pequeños comerciantes que hoy deben declarar renta y no están obligados a facturar con IVA.

De acuerdo con la ministra de Comercio, María Claudia Lacouture, la tributaria “contribuirá a equilibrar la cancha de juego para las empresas, promoverá la formalización e impulsará las inversiones en zonas francas y en hoteles para ciudades de menos de 200 mil habitantes, entre otros beneficios que mejorarán la competitividad”.

El principal cambio que tiene en cuenta el Gobierno es la confianza que se gana ante las calificadoras de riesgo, ya que al mantener la calificación que actualmente tiene el país, se permite “un menor costo de financiamiento para las empresas, promoviendo el empleo, la inversión y el crecimiento”.

La eliminación del impuesto a la riqueza, el Cree y su sobretasa, y lograr su unificación en el impuesto de renta es otro de los logros que el Ministerio de Comercio percibe para el sector empresarial, de la mano con la reducción de esta tarifa, que en 2019 se ubicaría en 33%, menor que el actual, si se tiene en cuenta que en 2016 las empresas pagaron 40%, según la entidad.

Se tiene en cuenta también que las compañías tienen la posibilidad de deducir del impuesto sobre la renta, el IVA sobre los bienes de capital utilizados en procesos productivos, lo que está representado en los bienes que compren para su crecimiento.

Las zonas francas también recibirán beneficios, de acuerdo con las conclusiones del Gobierno, pues se “unifica el régimen tributario para las zonas francas y a las declaradas antes de 2012 y después de este año, les define una única tarifa preferencial del impuesto de renta del 20% y no deberán pagar parafiscales”.

Adicionalmente “conservarán los beneficios tributarios en la base gravable del IVA. Esto facilita la inversión extranjera e impulsa la instalación de futuras empresas en las zonas francas.