La agenda de los profesionales del cambio, que cumplieron ayer su primer día de protestas, se llevó con puntualidad. El problema para ellos fue la falta de apoyo del gremio.
El cierre de las casas de cambio en La Parada, la terminal de transportes de Cúcuta y Alejandría, no fue seguido por todos. En el centro de Cúcuta, pequeñas casas de cambio, siguiendo el ejemplo de los principales negocios de este sector en la ciudad, no cerraron sus puertas.
Ante esta decisión, el centenar de protestantes que se agolparon con pancartas en el Parque Santander, decidieron presionar a los disidentes, apostándose frente a las puertas de los negocios para que suspendieran la prestación del servicio.
Este hecho, evidenció aún más la división al interior de Asocambios, gremio que agrupa a los profesionales del cambio de Norte de Santander, pues la intimidación no surtió efecto y solo algunos (pequeños negocios) hicieron caso a las presiones, pero el resto siguió prestando los servicios con normalidad a pesar de los gritos de ¡cierren!