En el marco de la celebración del Día del Trabajo se conoció que en Colombia hay más de tres millones de jóvenes desempleados.

Según un informe de la Universidad Libre, “cerca de 3,4 millones de jóvenes desocupados que viven en medio de la disyuntiva entre la esperanza de conseguir un empleo y la frustración de no alcanzarlo, por su falta de experiencia”.

El informe también revela que los colombianos entre 18 y 28 años, representan el 27% de la población, es decir, unas 12’768.157 personas, según datos del Dane.

Además, el estudio indica que, pese a que la cobertura en educación superior ha mejorado en América Latina –los adolescentes entre 14 y 24 años que asisten a una universidad pasaron del 21% en el 2000 a 43% en 2017–, aún existen importantes retos con relación a la educación para el trabajo.

El reporte de la Universidad Libre revela que por salarios, los adolescentes de Antioquia, el Eje Cafetero, Huila y Tolima, ganan, en su primer empleo, un promedio de $1,6 millones.

Por otra parte, se evidencia que Bogotá sigue siendo la ciudad mejor paga y rentable para los recién graduados, pues ganan en promedio $2 millones.

A los tecnólogos les va mejor en la región sur-oriente (Amazonas, Arauca, Caquetá, Casanare, Guainía, Guaviare, Meta, Putumayo, Vaupés y Vichada) con un ingreso de $1,2 millones.

El informe plantea que, a la falta de experiencia laboral, se debería certificar y valer las prácticas profesiones, según la formación universitaria o técnica; mientras que en el caso de la formación para el trabajo, también sería una opción la validación de la experiencia a partir de los contratos de aprendizaje.

Ahora, en cuanto a la población de adolescentes que no cuenta con una educación mínima requerida, es clave la interacción entre el Estado y empresa, un trabajo en equipo que debe propiciar escenarios de financiación o cofinanciación para crear puestos de trabajo, con los niveles que la juventud colombiana marginada requiere.