En medio de una gran celebración que culminó el viernes en la noche con fuegos artificiales, que se vieron en ambos lados de la frontera, fue reactivada la Central Azucarera de Ureña, que a partir de ahora cambia su nomenclatura de Cazta a Azureña.

Cazta, fue una empresa que originalmente pertenecía a empresarios colombianos y considerada en su momento como una de las más importantes industrias de la zona de frontera porque generaba más de 9.000 empleos directos e indirectos y una cadena productiva que implicó el aprovechamiento del cultivo de la caña. 

La central azucarera fue expropiada en el 2010, durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez.

La reinauguración fue liderada por la Ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, quien explicó que 50 presidiarios participaron en las labores de recuperación y cumplirán con labores como obreros en la central.

Diariamente los presos serán trasladados a la fábrica desde el Centro Penitenciario de Occidente (Santa Ana del Táchira).

El viernes sonó la sirena en la chimenea principal de la central que volvió a prender sus máquinas después de cuatro años. Azureña tendrá una capacidad de producción de 200 toneladas diarias.

“Vamos a reactivar el proceso a partir de su línea de refino”, dijo Varela y explicó que producirán azúcar refinada a partir de azúcar cruda.

Varela destacó que la recuperación de las instalaciones se inició en junio de 2018 e implicó un plan de acción que incluyó el rescate de las zonas productivas adyacentes al central.

La próxima fase del proyecto incluirá la producción azucarera desde la zafra y la molienda, con semillas seleccionadas y producidas por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas.

Para esta nueva fase, y tomando en cuenta a las deficiencias de energía que son frecuentes y prolongadas en la zona de frontera, se diseño un sistema de producción de energía a vapor, que cubre totalmente los requerimientos del complejo azucarero.