El país llega a los 40 días de paro nacional y de bloqueos en carreteras y vías, en medio de la incertidumbre y la desesperanza por las pocas posibilidades ciertas de alcanzar pronto un acuerdo entre el Gobierno y los promotores del movimiento que permita el regreso a la normalidad.
Son 40 días de trágicas, violentas y traumáticas situaciones que han causado cuantiosos daños y pérdidas a la economía, a los sectores productivos de todos los niveles y a la comunidad en general.
En Norte de Santander y la zona de frontera el paro y los bloqueos viales agravan nuestra alicaída y precaria situación económica y social.
Todos los sectores y actividades productivas de la región y del país han sido impactados por este paro. La industria, el comercio, el transporte, la construcción, la agricultura, la ganadería, la pequeña y mediana empresa, la avicultura, la agroindustria, el turismo, las exportaciones, las importaciones, el comercio informal, las tiendas de barrio, las comunidades, los profesionales, la cultura, el deporte, el entretenimiento, los artistas, los independientes, todos, estamos padeciendo los estragos de tan prolongado paro, sin habernos logrado recuperar o aliviar un poco de la tragedia sin fin hasta ahora del coronavirus.
El paro tiene también su impacto negativo tremendo en la generación de empleo del que estamos tan necesitados. Se estima que se han perdido en solo los últimos 40 días en el país, más de 500.000 puestos de trabajo. Será difícil recuperarlos y para los expertos, la reactivación plena del aparato productivo del país demorará por lo menos dos años.
Las cifras de los costos de este paro no pueden ser más elocuentes y aterradoras. Según el Gobierno, la economía colombiana en general afrontará pérdidas por 10,8 billones de pesos como consecuencia de los bloqueos viales; el comercio estima sus pérdidas en 4,2 billones de pesos y el cierre o suspensión de sus actividades de más de 40.000 comercios. Los bloqueos viales tienen millones de toneladas de productos y alimentos represados, y en los casos del café y el petróleo, que gozan hoy de buenos precios internacionales, el país ha dejado de recibir una buena cantidad de dólares por la parálisis de las exportaciones de estos dos productos, en los que intervienen miles de familias colombianas.
En el caso de los productores de café, se estima que el sector ha dejado de recibir en los últimos días 210 millones de dólares por culpa del paro y los bloqueos.
Según Fedesarrollo, los sectores más afectados por los bloqueos de las vías en las últimas semanas han sido el comercio, la industria y el agro, que concentran el 80 por ciento del costo total estimado. Fedesarrollo destaca que el efecto del paro actual es aproximadamente 1,5 veces superior al de hace 5 años.
En este paro ha habido ataques inmisericordes contra la misión médica y contra los periodistas, a quienes despojaron en muchos casos de sus equipos de transmisión, como lo han reportado la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) y la Defensoría del Pueblo. Finalmente, hay que registrar el lamentable episodio del niño que murió en el vientre de su madre en uno de los bloqueos viales en Cundinamarca. Los enfermos y los muertos han resultado igualmente víctimas del paro y los bloqueos, lo que no tiene ninguna justificación.
