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Editorial
Agua al Barrio
Cúcuta es una de las ciudades con mayor impacto y presencia de barrios con desarrollo informal.
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Viernes, 25 de Septiembre de 2020

Que de la llave salga agua las 24 horas, es  una de las maneras de mejorar la calidad de vida de los habitantes, y ahí se enmarca el programa del Gobierno Nacional denominado Agua al Barrio que puso dentro de su eje a Cúcuta, porque aquí tenemos familias que ni siquiera tienen ese grifo ni mucho menos el preciado líquido en sus casas.

El viceministro de Agua, José Luis Acero Vergel, así lo anunció para cubrir a 26.000 personas en 72 sectores de 8.364 viviendas a las que no llega el acueducto y la gente tiene que conseguirla en las llamadas tomas públicas. Para consolidar ese proyecto los recursos previstos ascienden a $44.000 millones.

Como ellos, otros 145.000 habitantes en 11 ciudades donde ocurre lo mismo que aquí, porque residen en áreas informales que nacieron de invasiones y que por cuestiones legales o de su misma localización geográfica no han podido tener acceder completamente a ese derecho del agua potable, lo tendrán.

Para 9.234 personas que habitan en María Teresa, José Bernal I y II, Las Delicias, Juana Rangel y

Crispín Durán, que hacen parte de la primera fase, esto significará dejar de ir con el balde, la olla o la tina hasta el sitio en que se abastece de agua el barrio, sino que como todos los demás, irán a la cocina, el baño o el lavadero y la tomarán, dentro su casa.

Volverles realidad ese sueño también equivaldrá a la consolidación del saneamiento básico porque paralelamente habrá el desarrollo de la red de alcantarillado para evitar que por las calles corran sin control las aguas servidas.

Estas áreas donde se empezarán a desarrollar las obras en una primera fase fueron previamente legalizadas e incorporadas dentro del perímetro urbano, lo que permite invertir recursos, de acuerdo a los requisitos mínimos legales que rigen para este tipo de acciones.

Entonces será una garantía para cerrarle el camino a muchas enfermedades tanto en esos lugares cucuteños, como en otros de Bogotá, Cali, Pasto, Soledad, Cartagena, Medellín, Itagüí, Bello, Pereira, Neiva, Riohacha, Bucaramanga, Girón y Yopal.

“Cúcuta es una de las ciudades con mayor impacto y presencia de barrios con desarrollo informal de allí la importancia de cobijar a esta capital”, resaltó en su reciente visita a la ciudad el viceministro cucuteño, Acero Vergel.

Manos a la obra es lo importante para que se cierre una de las brechas que marca la desigualdad social, como es la debida prestación de los servicios públicos domiciliarios, puesto que hoy no solo el desarrollo de una ciudad se mide por las grandes obras urbanísticas, sino por el cubrimiento de las necesidades básicas insatisfechas de sus habitantes.

Y ahora más  que nunca, con las enseñanzas que nos ha dejado la crisis sanitaria de la pandemia del coronavirus, los gobiernos tienen que empeñarse en sacar adelante iniciativas de esta índole que de verdad constituyen la real inversión social de que tanto se habla, debate y discute, pero que muchas  veces se queda en enunciados.

Enhorabuena las autoridades gubernamentales decidieron esta importante labor que en últimas significará que a esos sectores también los cubre el Estado Social de Derecho que se pregona en nuestra Constitución.

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