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Editorial
¿Cómo irán a actuar?
Los diez congresistas nortesantandereanos deberán de anteponer los intereses de su región -a la que por cierto no le ha ido nada bien en esta temporada pandémica- a la de sus partidos políticos, en el momento de votar la nueva reforma tributaria.
Martes, 6 de Abril de 2021

Todos sabemos que por estas tierras fronterizas se están viviendo tiempos de vacas flacas, con la perspectiva de que lleguen a ser raquíticas por todo lo que se avecina tanto desde el punto de vista de los impuestos como del agravamiento de la crisis generada desde hace un año por la pandemia del coronavirus.

Lo único que nos queda es esperar a ver cómo irán a actuar los diez honorables congresistas que integran la bancada de Norte de Santander, en el Senado y la Cámara de Representantes.

Para nadie es un secreto que el Gobierno Nacional va a tener que echar mano a los impopulares impuestos para recuperar los gastos extraordinarios generados por la inesperada coyuntura que se ha constituido en el más duro desafío para el sistema de salud y el modelo  económico de todos los países.

Pero de lógica que en todo esto hay que tener mucho cuidado para no generar una aceleración en el crecimiento de la pobreza extrema, el debilitamiento de la clase media y el castigo a los pequeños y medianos empresarios, porque finalmente podrían empeorar los de por sí ya preocupantes indicadores socioeconómicos.

En ese aspecto, los diez legisladores nortesantandereanos deberán de anteponer los intereses de su región -a la que por cierto no le ha ido nada bien en esta temporada pandémica- a la de sus partidos políticos, en el momento de votar la nueva reforma tributaria.

Hay varios argumentos serios para reclamarle al Ministerio de Hacienda y a la Presidencia de la República: somos primeros en desempleo e informalidad, el hambre ya golpea a cientos de hogares, la quiebra de empresas es preocupante y la inseguridad galopa desbocada por el departamento; además, en algo debería retribuir el gobierno a los inmensos esfuerzos realizados por las administraciones departamental y municipal para acoger a los miles de migrantes que por acá se han recibido.

Deben ellos recordar, tanto los del Centro Democrático, como los del Liberalismo y Conservatismo, Cambio Radical, de La U y el Polo Democrático, que ese deterioro social y económico tiende a empeorar si por ejemplo llegara a suceder lo que dijo el viceministro de Hacienda, de que el 56% de la canasta familiar quede gravado con el IVA del 19%.

Los especialistas dirán que ese esfuerzo lo tienen que hacer todos los colombianos y que no se pueden hacer distinciones regionales, así la gente esté en deprimentes condiciones económicas, pues ahí también nuestros congresistas locales tienen como contestar.

Entonces que ellos apoyen la  Renta Básica, que beneficiaría a 30 millones de personas, para que los menos favorecidos del país, de estratos 1 y 2, cerca de unas 7,5 millones de familias, reciban una renta que va desde los $320.000 mensuales, para los hogares de una persona; hasta los $480.000 mensuales, para los hogares conformados por cinco o más miembros. 

Así, por ejemplo, ya dos de nuestros congresistas que hacen parte de la Comisión Tercera del Senado la respaldan, entonces que los otros ocho, sin importar su ideología, hagan ese esfuerzo por su región y la apoyen, para sacarla adelante.

La Agenda de Transformación Social Sostenible, como denomina el Gobierno Nacional esta reforma tributaria está como para alquilar balcón, porque el ambiente no está nada fácil en medio de la calamitosa situación económica y social y el hecho de que ya soplan vientos preelectorales. 


 

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