La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Editorial
Como vender el sofá
¿Por qué no ir a esos lugares, detener a los narcotraficantes y desmontar los laboratorios y destruir los cultivos?
Sábado, 3 de Noviembre de 2018

Los colombianos aún tenemos algo de esa capacidad de sorprenderse que le corresponde al ser humano. Y esta semana que pasó, la sorpresa vino del lado del Fiscal General de la Nación y sus inexplicables ideas para combatir el narcotráfico.

La idea de, por ejemplo, cortar el suministro eléctrico a las zonas donde hay laboratorios para procesar la cocaína e invernaderos ilegales de marihuana, no deja de sorprender, viniendo de alguien tan acostumbradamente sensato como Néstor Humberto Martínez.

Esa medida implica también, según el fiscal, prohibir “los flujos de plantas eléctricas en esos territorios”, donde son casi moneda de cambio.

“La empresa de energía no puede coadyuvar (…) una actividad criminal”, dijo en reciente mensaje al presidente Iván Duque. “Tendrá que privar de energía a los criminales”. Y agregó que igualmente debe racionalizar “el suministro de energía a los invernaderos para acabar con los cultivos hidropónicos de marihuana”.

Es una propuesta endiabladamente lógica, sin duda, y más si se completa con “innovación petroquímica para que los combustibles —gasolina, que las mafias usan para procesar la hoja de coca— no rindan los factores actuales para producir el clorhidrato de cocaína”.

Desde luego, aclara Martínez, el corte del suministro afectaría solamente al narcotráfico.

Pero, de lo increíblemente lógica, la propuesta invita a pensar en que, antes de que esas ideas se lleven a la práctica, la Fiscalía, con Martínez a la cabeza, deben explicar cosas que les atañen más directamente a los órganos de control y justicia.

Si se pretende dejar sin suministro eléctrico a las zonas donde funcionan los laboratorios y los cultivos, es porque ya la Fiscalía sabe, con toda precisión, dónde están. Y, entonces, la pregunta es: si ya saben dónde están, ¿por qué no ir a esos lugares, detener a los narcotraficantes y desmontar los laboratorios y destruir los cultivos? ¿No sería, acaso, más eficaz que bajarles el taco o desactivar el suiche?

Porque, si como el fiscal reconoce, las mafias son muy poderosas, sería para ellas como un juego de niños instalar, por ejemplo, sistemas de energía solar, o, en caso necesario, trasladar los laboratorios a otras regiones.

Respecto de las plantas, el problema para el Estado es más complicado: por su tamaño, un aparato de esos se puede trasladar fácilmente en un vehículo común y corriente, y detectarlo sería mucho más difícil que detectar decenas de enormes tractores y buldóceres de la minería ilegal que están arrasando con el país entero y que nadie ve, ni el mismo y muy diligente fiscal.

Nadie niega que el narcotráfico es causa de muchos problemas en Colombia, pero hay situaciones que también generan un daño tremendo, si se quiere peor, y la corrupción generalizada en el sector público es una de ellas, que debería llamar a preocupación a toda la Fiscalía. Odebrecht, Reficar, paraísos fiscales como Panamá, Pae, son nombres con los que se identifican episodios de corrupción que merecen atención inmediata…

Por alguna razón, la propuesta del fiscal recuerda el viejo y flojo chiste del hombre que descubrió que su esposa le era infiel en el sofá de la sala, y para ponerle fin al problema decidió vender el sofá…

Temas del Día