La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Editorial
Confecciones de paz
Dentro de la inclusión y la apertura de posibilidades, resultaría un buen ejercicio vincular a Puntadas por la Paz al clúster de la moda, porque la diversidad es también una alternativa para la consolidación del desarrollo económico regional.
Image
La opinión
La Opinión
Domingo, 23 de Enero de 2022

Desde la firma del acuerdo de paz con las Farc y en medio de los debates y enfrentamientos políticos, siempre ha salido a relucir el comentario de que es mejor ver a los antiguos guerrilleros de este lado y  no echando bala, poniendo bombas o secuestrando.

Norte de Santander tiene un ejemplo clarísimo. Está en el taller de costura Puntadas por la Paz, donde crean, confeccionan y cosen exguerrilleras del Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Caño Indio junto con mujeres de diversas veredas del Catatumbo.

Los resultados empiezan a verse. Allá en ese lugar de la exótica geografía nortesantandereana nació una marca de raigambre local: Ixora, para la elaboración de faldas ideadas y zurcidas con hilos de paz.

Y de por allá de ese territorio tan lejano para unos y desconocido para otros, esas prendas cruzaron medio país y fueron exhibidas en importantes pasarelas de Medellín por reconocidas modelos, convirtiéndose en una gran vitrina hacia la consolidación de este proyecto empresarial. En Cúcuta también tuvieron la misma oportunidad de exponer sus creaciones, con el respaldo de la Alcaldía y de varias diseñadoras.

Hay un detalle en el proceso de consolidación de este emprendimiento que debe resaltarse y es la unión de voluntades internacionales, nacionales y locales para hacer algo fundamental en este tipo de iniciativas, como es la formación.

En ese sentido trabajaron Naciones Unidas, la Agencia de Reincorporación Nacional (ARN), la Diócesis de Tibú y el Consejo Británico para dictarles el diplomado, en la FESC, a más de 20 mujeres. Y desde la academia también, la Universidad Nacional les enseñó que debían posicionar el producto, el eslogan y la marca, surgiendo la idea de una falda ‘inclusiva y autónoma’.

Al notarse que ahí existe toda una posibilidad de hacer crecer uno de los renglones de las confecciones, no sería descabellada la idea que la Cámara de Comercio de Cúcuta le diera un impulso a sabiendas de que ese elemento exótico si se quiere o histórico o como quiera llamarse, de que muchas de las integrantes del taller son firmantes del acuerdo de paz, es un gancho en materia de marketing.

Dentro de la inclusión y la apertura de posibilidades, resultaría un buen ejercicio vincular a Puntadas por la Paz al clúster de la moda, porque la diversidad es también una alternativa  para la consolidación del desarrollo económico regional.

Hacia esta misma línea debería ir la Gobernación de Norte de Santander, haciendo gestión ante el Ministerio de Comercio y la Cancillería, para que las faldas Ixora, empiecen a incursionar en las pasarelas y en los mercados internacionales.

Katherine Avella, quien es la cara visible del proceso Ixora, dejó entrever que ahí en esa iniciativa en que ellas decidieron embarcarse hay mucha tela que cortar y grandes retos que enfrentar. Lo anterior se deduce de esta declaración que el dio a La Opinión sobre el surgimiento de la idea: “O todas juntas o todas juntas, esa fue la consigna y así despegamos la empresa con la cual estamos seguras vamos a llegar lejos”.

Tal vez la filosofía de lo que ellas hacen allá en esa vereda de Tibú, se resuma en otras palabras que expuso la lideresa a manera de ejemplo sobre la forma de enfrentarse a la construcción de un mañana lejos de la violencia, que desafortunadamente, persiste en cohabitar en el municipio donde ellas se encuentran: “Pensar que hasta hace apenas unos años éramos invisibles para el resto del mundo y que ahora ya estamos mostrando nuestro trabajo en las pasarelas de Colombia, es algo que no tiene precio”.

Temas del Día