La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Editorial
Déjenla cerrada
En este momento en el que coronavirus ha entrado en esta peligrosa fase, lo mejor es dejar cerrada la frontera.
Domingo, 21 de Junio de 2020

Hasta qué punto en este momento es conveniente para la preservación de la vida y de la salud una apertura del paso peatonal por los puentes internacionales que conectan a Norte de Santander y Táchira. La balanza de los pro y los contra debería ser la mejor consejera más allá de que sectores económicos como el comercio y los cambistas esperan el regreso de los compradores venezolanos al área metropolitana de Cúcuta.

Aquí viene la primera pregunta: ¿estamos listos en infraestructura y personal para hacer el control sanitario y de tamizaje a unas 50.000 personas diariamente? Recordemos lo que nos ha pasado con los venezolanos que están tratando de retornar a su patria y que por razón de los controles, se aglomeran y terminan en una especie de embudo en La Parada. 

Para darle luz verde pero con una intermitencia igual a la de los semáforos, la imagen que viene a la cabeza es que ese flujo de probables compradores tendría que direccionarse por el puente de Tienditas que al tener una mejor infraestructura de servicios, permitiría habilitar varios canales para la entrada con rígidos protocolos a un número determinado de personas.

La idea pudiera ser que por esa conexión internacional entren a Cúcuta los venezolanos que después de hacer sus compras y diligencias médicas o de otro orden, regresen a su país por los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, también cumpliendo las normas anticoronavirus.

Algo así podría estructurarse entre Migración Colombia, el Ministerio de Salud y las autoridades locales, pero claro, no mañana ni pasado, porque estamos a escasos nueve días de finalizar este mes y la iniciativa de Asocambios habla de que a partir del primero de julio se dé vía libre al paso peatonal de compradores venezolanos “quienes históricamente han activado gran parte de la economía de nuestra zona fronteriza, lógicamente con la debida vigilancia y aplicación de protocolos”.

Lamentablemente, y ese sería el otro fiel de la balanza, en materia de coronavirus la situación está cobrando visos altamente preocupantes y escalando hacia niveles muy alarmantes en la región, puesto que en solo tres días la aceleración de contagios cobró tal velocidad, que 9 o 10 que se reportaban cada 72 horas, súbitamente se saltó a 61 casos positivos en el mismo período, aquí en Norte de Santander.

Y si le damos un vistazo a lo que pasa  al otro lado del río Táchira –que evidentemente es necesario para resguardar la vida y la salud- las tampoco son nada alentadoras, pues el estado que lleva el nombre del río fronterizo fue incluido por el gobierno venezolano dentro de la acción denominada “barreras especiales de contención” ante el peligroso incremento de la propagación del virus.

O traigamos las imágenes del ‘COVID-friday’ como la prensa internacional bautizó el día sin IVA en Colombia, que por hacer mover las registradoras del comercio expuso a echar por la borda lo que se había logrado en casi cien días de confinamiento obligatorio para enfrentar la pandemia que anda por nuestras calles.     

Optando por la sensatez, lo mejor para la ciudad -que no puede llegar a caer en un desastre hospitalario con las pocas unidades de cuidados intensivos copadas- es que en este momento en el que coronavirus ha entrado en esta peligrosa fase, lo mejor es dejar cerrada la frontera y buscar otras alternativas ante el Gobierno Nacional que sabedor de nuestra situación debería acudir en auxilio de la región con apoyos extraordinarios y concretos.

Temas del Día