La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Editorial
El desempleo aprieta
Llegar a  23,9 por ciento, en abril, llevó a la ciudad a tener los niveles de desocupación más alto de los últimos 19 años.
Image
La opinión
La Opinión
Domingo, 31 de Mayo de 2020

No estamos en el podio del desempleo, pero lo cierto es que la situación de la región pinta mal por el impacto directo de la pandemia y como efecto de los  problemas que se venían arrastrando desde el pasado, luego estar en el cuarto lugar tampoco puede considerarse, ni siquiera, como una consolación.

Llegar a  23,9 por ciento, en abril, llevó a la ciudad a tener los niveles de desocupación más alto de los últimos 19 años, récord que queda reflejado en la pérdida de los puestos de trabajo de 39.000 personas, porque los empresarios se  quedaron sin flujo de caja, en medio del ‘frenazo’ causado por la cuarentena preventiva obligatoria.

Ahí pueden legar a ser 39.000 familias que quedaron sin la posibilidad de un ingreso para suplir las mínimas necesidades, incluida la más básica de todas, como es la alimentación.

De rebote, eso desde el punto de vista social traerá como reflejo un incremento en indicadores en los que Cúcuta acostumbra a ser campeona, como son los de desigualdad, pobreza, informalidad y miseria.

Esta destrucción de empleo en el área metropolitana dibujará más ranchos en las zonas subnormales, porque al caer en líneas de pobreza extrema, muchos de los nuevos desempleados tendrán que salir de sus apartamentos o casas en que estaban arrendados y aventurarse a rebuscar un lugar donde vivir, porque el coronavirus no solo amenaza su salud, sino que sí alcanzó a ‘infectar’ gravemente la economía local como lo ha hecho también con la nacional y mundial.

Así que saliéndonos de los fríos números y poniéndoles rostro, no hay que ser gurús para llegar a decir que estos hombres y mujeres que quedaron sin puesto, irán a las calles a vender lo que sea para obtener contra viento y marea algo de dinero para llevarles a sus familiares.

O sea que ahí ya el censo o conteo que está haciendo la Alcaldía de Cúcuta sobre la ocupación del espacio público, deberá tener muy en cuenta este nuevo efecto, hecho que indica que más allá de una encuesta caracterizadora, lo indudable es que se debe establecer una política pública de corto, mediano y plazo dentro del establecimiento y consolidación de una estrategia para edificar una ciudad pospandemia.

Pero la misma capacidad de compra se ve menguada como consecuencia de este factor de pérdida de empleos por causa de la COVID-19 que de paso se lleva por delante el bienestar de las familias que de la noche a la mañana vieron cerrados sus caminos hacia cualquier posibilidad de progreso al caer en la pobreza extrema.

Ojalá que ahora que la administración municipal ha retirado el proyecto del Plan de Desarrollo del Concejo para someterlo a cambio, pues aproveche y haga  una reestructuración profunda en el entendido que como una Alcaldía cruzada por el fenómeno del coronavirus, debe dejar en marcha una gran acción que deban continuar y fortalecer sus predecesores, dentro de una especie de ‘plan de reconstrucción’ de la capital de Norte de Santander.

Probar la templanza y capacidad de  levantarse y salir avante de momentos críticos como el que atravesamos es la tarea inmediata a emprender, redefiniendo y estructurando las acciones necesarias para que esta generación deje en marcha un poderoso legado que ruede sobre los rieles del progreso, la educación y el desarrollo socioeconómico equilibrado.

Temas del Día