Megaobras, suministros, asesorías y múltiples contratos más tendrá que pagar la tasa pro deporte y recreación consignada en una ley que fue sancionada hace pocos días por el presidente Iván Duque.
Palabras más palabras menos, en el caso de Cúcuta, el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte (IMRD) dejará de ser una simple oficina que funciona en un rincón del estadio, para convertirse en un organismo poderoso financieramente.
Su presupuesto actual de unos $5.000 millones anuales se multiplicaría varias veces con esa nueva renta que le llegará y que deberá oficializar el Concejo.
Véase entonces ahí el motivo de la lucha que a lo largo de este pandémico año se ha venido dando entre el grupo del condenado exalcalde Ramiro Suárez, con su ficha Arnulfo Sánchez, quien ha estado en el cargo desde agosto de 2018.
En estos días, el alcalde Jairo Yáñez decretó su insubsistencia, hecho que abre la posibilidad de darle un cambio al IMRD para que ahora que la mencionada tasa vigorice sus arcas, se ponga fin a la mendicidad de los deportistas y se construyan nuevos escenarios para darle impulso al deporte local.
Pero ojo que allí podría ocurrir aquella máxima de la politiquería consistente en que todo cambie para que nada cambie, puesto que el ramirismo podría tratar de eternizarse en el organismo deportivo municipal, con una de sus fichas que aparece en la baraja de aspirantes.
Y ese juego se lo estarían, incluso, facilitando desde el interior de la administración municipal, por cuanto uno de los que más opción tiene de quedarse con la titularidad del instituto local de deportes es Alejandro Martínez, quien es de las entrañas ramiristas y un líder de esa organización en el sector de El Talento, en Cúcuta.
Así que el alcalde Yáñez, que tanto pregona una nueva forma de administrar la cosa pública, los deportistas, la junta del ente deportivo, el Concejo y la ciudadanía tienen que proceder teniendo en cuenta la nueva realidad para que el deporte cumpla la misión de construir hombres y mujeres nuevos y que la formación y práctica deportiva deben desligarse por siempre de los políticos y atarla al derecho fundamental de la salud.
Qué bueno que el remozado IMRD nos conduzca a tener promotores del deporte en las comunas y corregimientos y que nuestros deportistas puedan ir a las competencias con todo lo necesario y sin quedarle debiendo favores a nadie.
Y ese es el mensaje que el presidente Duque le envió a regiones como la nuestra: “Hoy, con esta contribución pro deporte, lo que se busca también es que a nivel territorial los recursos para los deportistas se multipliquen y permitan darle a la sociedad un sentido donde el deporte es salud, donde el deporte es prevención frente al acecho de las drogas, donde el deporte son valores”.
Luego esa plata nueva que le llegue al Instituto también debe servir para proyectos como la pista de bicicrós, el coliseo de combates para yudo, karate, taekwondo, lucha olímpica, boxeo, la pista de skateboard (patinaje) extremo, un nuevo coliseo para eventos deportivos de talla internacional como el futsala, la cancha de voleibol y voleibol playa, la cancha para rugby, el estadio de sófbol, el escenario para el tenis de mesa en convencional y adaptado.
