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Editorial
Fentanilo en Cúcuta
Así como es muy eficiente para calmar el dolor, también tiene más potencia que la heroína.
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Sábado, 26 de Agosto de 2023

El fentanilo es un medicamento que solamente se expende bajo prescripción médica y su uso es especialmente para aliviar dolores intensos generados por alguna cirugía o los relacionados con el cáncer. En razón a ello los médicos lo autorizan con la respectiva fórmula.

Lastimosamente, este potente opioide agonista sintético utilizado como analgésico, que según los expertos es más fuerte que la morfina, ahora se transformó en una amenaza de seguridad pública porque se volvió un negocio de los narcotraficantes para disparar la drogadicción.

Así como es muy eficiente para calmar el dolor, también tiene más potencia que la heroína, razón por la cual se ha convertido en la droga ilegal preferida que también desbancó a la cocaína, pero que prácticamente convierte a sus adictos en ‘zombis’ como se  observa últimamente  en Estados Unidos.

Esos videos en que se aprecia a las personas actuando de manera extraña y con movimientos sugerirían que no tienen control, podrían pasar a convertirse en cuestiones de la vida diaria en Cúcuta y otras localidades de Norte  de Santander.

Resulta que el fentanilo, con las modificaciones que los traficantes de drogas ilícitas le hacen para atrapar consumidores que al final llegarán a tener un destino fatal, ya se tomaron la ciudad, en un hecho que debe alertar a las autoridades para tomar todas las medidas policivas, legales y preventivas del caso, para evitar que caigamos en el ‘drama zombi cucuteño’.

La prueba reina está en que en el barrio Caño Limón fueron encontradas 98 ampollas de este medicamento de uso controlado y, de acuerdo con lo señalado por las autoridades, los traficantes estarían usándolo para mezclarlo con heroína y convertirlo en un peligroso cóctel alucinógeno para producir lo que se conoce como tusi o ‘droga zombi’.

El otro asunto que sirve para actuar de inmediato en las medidas de restricción, es que entre los detenidos se encuentra un enfermero.

Luego el Instituto Departamental de Salud y las secretarías de Salud de los municipios tienen que ponerse en alerta y ratificarles a los médicos e instituciones prestadoras de servicio los controles que existen para la receta y obtención del fentanilo como medicamento especializado.

Hay que hacer también contacto con el Ministerio de Salud y el Invima para saber qué otras acciones tomar para intentar contener que esta medicina se desvíe al mercado negro para llegar a producir otro grave problema de salud pública, de consecuencias   peores que otras sustancias psicotrópicas.

Lo más grave es que ya está sucediendo algo fuera de control en el barrio La Parada (Villa del Rosario), donde según una fuente consultada por La Opinión “una persona tiene sus clientes”. Por redes sociales monta fotos de las ampollas y las ofrece. Por lo menos la caja que trae cinco ampollas de 10 ml, la vende en $100.000, pero también vende dosis por 1 ml y cuesta $8.000, y vienen envasadas en tarritos de vidrio como si fuera muestras de lociones”.

Sabiendo lo que está pasando en otras partes del mundo, no es hora de quedarnos con los brazos cruzados sino de actuar con toda la fuerza de la ley pero también desde el frente preventivo, puesto que sería muy doloroso que ahora en muchas calles de Cúcuta se formen ‘áreas zombi’ y, lo que es peor, que los menores de edad y adolescentes vayan a caer en este barril sin fondo del fentanilo, en lo que sería una tragedia de impredecibles consecuencias, tal como está sucediendo en otros países.

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