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Editorial
La lección de las lluvias
Norte de Santander generó mayor preocupación por el impacto del río Pamplonita sobre un sector de El Malecón.
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Sábado, 14 de Mayo de 2022

 

En estas semanas de fuertes aguaceros, crecientes de los ríos, deslizamientos y daños en carreteras, muros de contención, se advierten debilidades en el área metropolitana de Cúcuta y Norte de Santander que ponen a pensar en que falta mucho por hacer y que los presupuestos y planes tienen que mantenerse fortalecidos.

El caso que en la capital del departamento generó mayor preocupación fue el del impacto del río Pamplonita sobre un sector de El Malecón, que trajo a colación episodios del pasado cuando las aguas  causaban estragos.

Se trata del daño en el muro de contención situado entre las calles 14 y 15, justo al frente de un concesionario de vehículos y diagonal al edificio de Corponor, poniendo en riesgo la misma estabilidad del Paseo de Los Próceres y de la avenida Libertadores.

Dicho episodio tiene que llevar a los funcionarios de Gestión del Riesgo y a los expertos de la autoridad ambiental y del propio gobierno municipal, para determinar qué está pasando, y proyectar las inmediatas acciones correctivas.

Es que el río está desviado o recargado y por lo tanto golpea con fuerza y sin control esos puntos o es  que tal vez dichas obras preventivas tienen que ser repensadas y reformuladas, teniendo presente que hoy en día el cambio climático ha traído consigo lluvias más torrenciales.

Porque como se advirtió en las fotos y en los videos queda de manifiesto que el terreno sobre el que se encuentra un tramo del paseo quedó afectado, amenazando incluso algunos postes que llevan el tendido de energía eléctrica, pero además las aguas buscando su caudal abrieron también una especie de canal por donde comenzó a penetrar, desconociéndose los efectos que pueda generar. Igualmente en la orilla opuesta, en terrenos campestres del Club Tenis.

Pero además la lluvia sacó a relucir aquello de las zonas donde la gente no podría estar asentada, por tratarse de zonas de alto riesgo en las que no es posible construir viviendas.

Es importante que la Alcaldía determine si el caso de una falla geológica que afecta en estos momentos al barrio La Ermita se enmarca dentro de las áreas en que no debería haber habitantes, por la peligrosidad que encierra para sus vidas.

Las autoridades municipales deben de ser un poco más rigurosas en el aspecto de por lo menos no dejar que las familias lleguen a vivir en las áreas de alta peligrosidad por la inestabilidad del terreno y que se encuentren actualmente deshabitadas.

Y el otro par de asuntos que nos muestran como es de importante el cuidado de la naturaleza pero también hacer mayores inversiones en prevención del riesgo, es el de las afectaciones en las redes de servicios como el de acueducto y en las carreteras.

Leer el reporte de la Policía Nacional indicando que en un solo día la lluvia provocó problemas en  13 trayectos viales del departamento y que las carreteras que conectan a Cúcuta con Pamplona, Bucaramanga y la Costa Atlántica igualmente han padecido, es indicativo de la debilidad ante el fuerte invierno que se presenta cada 6 u 8 años, precisamente por la propia geografía nortesantandereana.

La lección dejada, señala que es indispensable contar con más y suficientes equipos y maquinaria y operarios para la recuperación y  arreglo de las vías principales y secundarias, y que el desarrollo adecuado de los proyectos que ayuden a mitigar el riesgo, implican la mejor opción para enfrentar las contingencias. Esto significa que no se debe de permitir en ellos ni los males de la corrupción ni de los sobrecostos ni de las demoras injustificadas ni que finalmente terminen siendo unos costosos elefantes blancos.

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