El titular del ministerio de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, en un reciente diálogo con La Opinión destacó que en Norte de Santander un total de 4.200 empresas han reactivado operaciones luego de la paralización generada por la pandemia del coronavirus.
Ellas se encuentran dentro de las 242.686 compañías que en Colombia han sido autorizadas para reiniciar sus actividades, de las cuales el 47% pertenece al sector comercio, 33.6% a servicios y 19.4% al de las manufacturas.
El mensaje dejado por funcionario, es que en el país no se puede caer en el falso dilema de escoger entre la economía y la vida, ya que es indispensable la reactivación empresarial para mantener los ingresos y el bienestar de los trabajadores.
En ese sentido el ministro Restrepo resaltó la manera en que los empresarios han demostrado su compromiso, adoptando con rigurosidad los protocolos de bioseguridad para que el reinicio de las tareas productivas que ayuden a mover las regiones y a defender el empleo, se cumplan sin comprometer la salud de la gente impidiendo la propagación del virus dentro de las fábricas.
Otro aspecto que expuso el titular de ese despacho tiene que ver con el rol cumplido por los alcaldes para la construcción de la necesaria disciplina social que es una parte fundamental en la lucha contra la COVID-19 que ayer en Colombia registraba 334.979 contagio, en donde Norte de Santander otra vez mostró síntomas de aceleración al alcanzar en un solo día los 268 casos y sumar hasta ahora 3.087, como lo reseña el Ministerio de Salud.
Y en medio de esta pandemia que ha causado daños a la economía y el empleo, el Gobierno Nacional se puso como meta inmediata darle un fuerte impulso a las exportaciones de productos de diversa índole y atraer inversionistas, en donde Norte de Santander tiene que entrar como un jugador importante.
Al indicar el ministro Restrepo que el régimen de las ZESE es clave para lograrlo, pues ya nos muestra la importante labor que se debe emprender para que eso realmente sea así y los tejidos empresarial y laboral de Norte de Santander se reconstruyan, consoliden y se vuelvan fuertes.
El programa de las Zonas Económicas y Sociales Especiales tiene que seguir adelante, y un hecho que lo está conduciendo por el camino correcto, es que ni siquiera la misma COVID-19 ha frenado el proceso y a corte del 15 de mayo, en la seccional de impuestos de Cúcuta, se habían inscrito 658 empresas para ser parte del régimen tributario especial que cobija a esta zona de frontera.
Estas acciones desde el Gobierno Nacional y las tareas que se cumplen desde las regiones constituyen una estrategia de choque fundamental para darle un impulso importante a la economía con sus correspondientes factores irrigadores de puestos de trabajo, la generación de recursos, la inversión y poner de nuevo a marchar gran parte de los sectores productivos.
El departamento y la ciudad, que ya desde antes de la crisis sanitaria enfrentaban problemas de diversa índole, trabajan en las acciones pos-COVID-19 para intentar salir del estancamiento y sacudir a la población de males que parecieran endémicos como el subempleo, la pobreza extrema y el desempleo.
