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Editorial
Los ocho que dan ejemplo
Ocho municipios del departamento  son noticia justamente por ser los más pacíficos. 
Miércoles, 6 de Enero de 2016

En un país acostumbrado a la violencia, en el que los homicidios son noticia a diario, en el que con frecuencia se hacen listados de las zonas más violentas que circulan masivamente en redes sociales y en el que la crueldad contra los niños estuvo particularmente disparada en el año que acaba de terminar, la muerte se ha convertido en un tema cotidiano. 

Norte de Santander no escapa a esta realidad, pues no puede negarse que en el país, muchos lo conocen más por sus problemas de orden público que por sus lugares turísticos o sus fortalezas productivas. 

Sin embargo, esta vez estas líneas las dedicaremos a destacar una cifra muy positiva que bien merece ser difundida y alabada. Ocho municipios del departamento  son noticia justamente por ser los más pacíficos. En estos, durante los 365 días de 2015 no se presentó ni un solo homicidio. Nadie murió de manera violenta. Y sus habitantes fueron reconocidos por las mismas autoridades por contribuir a generar un clima de seguridad propicio para que se dieran estos resultados. 

Se trata de Cucutilla, Ragonvalia, Silos, Herrán, Labateca, Mutiscua, Bucarasica y Salazar de las Palmas, municipios que ocupan el honroso lugar de ser los más pacíficos de la región. 

Sin desconocer que falta aún un importante camino por avanzar en la lucha contra la violencia, el 2015 cerró con una disminución de los homicidios del 20%, pasando de 167 en 2014 a 133 en 2015.

Este resultado, que exalta la lucha de las autoridades por contrarrestar las organizaciones delictivas que generan violencia en la región, se sumó el golpe que dieron a la estructura del Epl con la muerte de Megateo, jefe del último reducto de esa guerrilla en el Catatumbo y quien por su poder corruptor y articulador, se había convertido en uno de los capos del narcotráfico más buscados del país.

La ausencia de Megateo significó para los habitantes de su zona de influencia –San Calixto, Hacarí, La Playa de Belén– empezar a dejar atrás la zozobra permanente que los acompañaba día y noche bajo su control. 

Tener zonas con cero homicidios es un buen precedente para iniciar el año con la meta de replicar este comportamiento en todo el territorio nortesantandereano. 

Teniendo en cuenta que el 2016 será un año estratégico para el departamento, pues los municipios del Catatumbo han sido incluidos en la lista de territorios claves para el postconflicto y en ellos se generará una rápida e intensa intervención gubernamental para prepararlo para el momento en que se firme la paz con las Farc, las autoridades de la región deben establecer un plan estratégico que permita, con los recursos y refuerzos que se darán en este marco, hacer del departamento un laboratorio de paz sin precedentes. 

La eventual firma de la paz permitirá, en zonas históricamente conflictivas, empezar a consolidar un panorama diferente al de la violencia sistemática que ha  afectado por décadas las poblaciones más vulnerables. Si ya ocho municipios lograron un indicador tan positivo, hay que evaluar qué puede replicarse. 

Pero por algo se empieza.

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