Dieciocho meses después de llegada la pandemia, Norte de Santander entró en la carrera por cumplir la meta fijada desde el Ministerio de Salud para la vacunación contra el coronavirus.
Simultáneamente, esa cartera determinó que en Colombia el tapabocas continuará siendo obligatorio en lo que resta de 2021.
Ambas acciones llegan a reforzar la batalla contra la COVID-19, que ayer en el país dejó 1.387 nuevos casos y en el departamento 94 contagiados.
Proyecciones que manejan el Ministerio y el Instituto Nacional de Salud indican que el cuarto pico podría darse hacia la última semana de octubre y podría tener una duración más corta que el tercero, pero es una incógnita la mortalidad que se podría tener.
Entonces, si desde el mismo Gobierno Nacional surgen advertencias de esta naturaleza, al ciudadano le corresponde hacer lo suyo para evitar un resurgimiento de la aceleración contagiosa.
Resulta por lo tanto relevante que en el departamento empiece a darse el crecimiento diario del volumen de la aplicación de las dosis que ha ido desde las 4.000, para llegar a 5.000 y subir a las 8.000 con el fin de subir a las 10.000 previstas por las autoridades de salud en la región fronteriza.
Teniendo en cuenta la urgencia emitida desde Bogotá, la meta señalada es alcanzar la aplicación de las 40.000 vacunas en el departamento durante lo que resta del presente mes, dentro de las previsiones para poner al departamento en el mismo nivel nacional de inmunización.
Así lo recordó recientemente el cucuteño Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención de Minsalud, al indicar que mientras Colombia tenía el 52% de la población con al menos una dosis de vacuna contra la COVID-19, “Norte de Santander está cerca del 45%, cinco o seis puntos porcentuales por debajo de la media y allí es donde debemos dar un impulso para empujar al ente territorial”.
Y dicho crecimiento en el proceso para que más habitantes queden protegidos, ayudará también a esta parte del país donde avanza el proceso de reapertura de la frontera con Venezuela, después de que ese país desbloqueara los puentes internacionales.
Se debe destacar el trabajo puesto en marcha para la aceleración del procedimiento, por ejemplo con la habilitación de 100 puntos de vacunación para atender a las personas que acudan a aplicarse alguno de los biológicos suministrados.
Además, las campañas masivas como las que se adelantan en el coliseo de la Universidad Francisco de Paula Santander, en las comunas de Cúcuta y en municipios como Pamplona y Ocaña, destacándose que en este último a todos los habitantes de calle les pusieron la vacuna.
Por lo que se ha notado, al mismo tiempo que se eleva el número de personas que son convocadas, así igualmente sucede con la llegada a la región de los cargamentos de dosis para ser aplicadas, lo cual es indispensable para que se logre el mejoramiento del nivel de inmunización.
Por ejemplo, en Cúcuta se han recibido por parte del Instituto Departamental de Salud (IDS), desde el 4 de octubre, un total de 74.240 biológicos contra la COVID-19 para garantizar primeras, segundas dosis y dosis de refuerzo.
Sin embargo, por el momento todavía no es posible bajar la guardia ni descuidarse o romper los protocolos de bioseguridad y es preciso mantener entonces en firme las medidas de protección como el tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento físico y así evitar caer en las manos del virus que todavía sigue circulando entre nosotros.
