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Editorial
No solo la foto
No hay que bajar la guardia ni relajarnos en las medidas de autoprotección frente al coronavirus, porque la pandemia sigue ahí, advirtiéndose que si dejamos de luchar en todos los frentes se va a volver a extender.
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Sábado, 20 de Febrero de 2021

Ya quedaron para la historia los médicos, enfermeras y trabajadores de la salud de la primera línea de atención que fueron vacunados con la primera dosis contra el coronavirus, en Cúcuta. Ahora es indispensable pasar de la foto a un adecuado y rápido desarrollo del previsto plan de inmunización en esta zona fronteriza.

Estamos en la frontera más activa de América Latina, así lo fue en el pasado cuando personas, mercancías y vehículos fluían sin contratiempos entre Colombia y Venezuela, y lo sigue siendo hoy así esté ‘cerrada’, con la el inmenso paso de personas que huyen de la crisis en su país y que a diario cruzan y llegan a territorio nortesantandereano.

Luego, el Gobierno Nacional en el manejo del programa de vacunación, no debe de dejar relegada a nuestra región por la particularidad territorial y la situación migratoria que vive, lo cual a las claras muestra la necesidad también de hacer aquí una vacunación masiva, como se ha decidido para el Amazonas.

Y esto no es querer ganarles de mano a los otros territorios ni buscar favorecimiento desmedido ni nada por el estilo, es simplemente cuestión de sentido común y de protección soberana del país, porque levantar una especie de cordón o muro inmunológico en uno de los lugares en donde comienza Colombia, que finalmente  terminará ayudando a todos.

Pero otra razón práctica para que al menos haya cierta consideración, es la letalidad del coronavirus en esta parte del país, que se ha mantenido en un nivel alto así los contagios diarios marquen la curva de descenso en las últimas semanas, pues no más el viernes se contabilizaron 60 nuevos casos de la COVID-19 en Norte de Santander y 5 muertos.

Así como en estos tiempos son necesarios los sacrificios, sería bueno que hubiera una compensación con el departamento mientras se le pagan los cerca de $80.000 millones al hospital Erasmo Meoz por la atención a los migrantes, y en una crónica del desprendimiento el Ministerio de Salud aumentara las dosis y acelerara los envíos en la medida que vayan llegando.

Es indispensable poner esos elementos de juicio sobre la mesa en medio de esta  expectativa que se ha desatado desde que llegaron a Colombia las primeras 50.000 vacunas de Pfizer, para ir despejando incógnitas que nos permitan saber si seguiremos siendo vistos con el mismo criterio de distribución del primer  cargamento del biológico del cual nos asignaron 1.346.

El Instituto Departamental de Salud aseguró que cada siete días en la región se recibirá un número similar de dosis, afirmación que depende de muchas cosas, como que los cargamentos de vacunas negociados y comprados por Colombia a los diferentes  farmacéuticas lleguen con la periodicidad requerida o que las operaciones se cumplan exitosamente y que los laboratorios puedan atender la demanda mundial.

Mientras tanto no hay que bajar la guardia ni relajarnos en las medidas de autoprotección frente al coronavirus, porque la pandemia sigue ahí, advirtiéndose que si dejamos de luchar en todos los frentes se va a volver a extender.

Además, la OMS lanzó un doble mensaje dirigido a los Gobiernos y las farmacéuticas con relación a las vacunas. A los primeros les pidió mantener como prioridad a los más vulnerables, es decir, a las personas mayores de edad, mientras que a las segundas les ha solicitado que permitan a otros fabricantes producir sus vacunas.

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