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Editorial
PDET y el Catatumbo
Es gratificante que el Catatumbo se relacione con ambiciosos y millonarios planes de infraestructura y adecuación de tierras.
Martes, 7 de Enero de 2020

Si algo podemos rescatar en medio de las dificultades presentes, es el positivo  presente y futuro que para el Catatumbo y su gente se está construyendo por intermedio de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), con influencia sobre San Calixto, Teorama, Convención, El Carmen, El Tarra, Tibú, Hacarí y Sardinata.

Resulta alentador que para aquella zona de Norte de Santander constantemente se escuche hablar de la puesta en marcha de importantes inversiones para el mejoramiento de la calidad de vida de una población afectada por problemas de diversa índole.

Es gratificante que el Catatumbo se relacione con ambiciosos y millonarios planes de infraestructura y adecuación de tierras, como los aprobados para vías terciarias, electrificación rural y educación, entre otros.

Impactantemente positivo es el pilar  tres del PDET en aquél terruño nortesantandereano, en el que sus habitantes ven con esperanza la futura optimización del servicio de salud con la construcción de los hospitales de Sardinata y La Gabarra (TIbú) que de ser un sueño ya van rumbo a convertirse en realidad palpable, al ya contar con los recursos económicos para los mismos.

Edificante en la consolidación de nuevas ciudadanías y en el reforzamiento del tejido social catatumbero, es el componente de educación rural con $14.104 millones para aulas construir y mejorar aulas en El Tarra, Teorama y Tibú, al igual que para garantizar el programa PAE y la dotación de mobiliario.

Era justo que hacia los municipios que integran esta rica región no solo se envíen miles de tropas para combatir a las guerrillas, las bandas criminales, la mafia del narcotráfico, el contrabando y el tráfico de armas. No. El componente militar no es la solución para enfrentar un conflicto de años.

Continuar leyendo un reciente informe sobre los PDET en el Catatumbo muestra otra interesante acción para dignificar las condiciones de quienes allí  habitan, como es la estrategia en vivienda, agua potable  y saneamiento básico.

Para nadie es un secreto que en esta era, todavía muchas familias no tienen acceso al agua potable. Por fortuna, en Hacarí y El Carmen esa necesidad básica insatisfecha en poco tiempo será un mal recuerdo una vez se consoliden los acueductos veredales que recibieron $2.804 millones para los estudios y diseños de esos sistemas, mientras que para vivienda se asignaron $4.620 millones para Convención San Calixto y Teorama.

La reactivación económica con $3.487 millones aprobados para fortalecer la producción agropecuaria y $8.100 millones en créditos a palmicultores de Tibú; planes para garantizar la seguridad alimentaria y acciones de reconciliación y construcción de paz son otras de las bases de los PDET, que deben ser resaltadas.

Qué bueno poder ver que un plan gubernamental va mostrando resultados claros y concretos para rescatar a una población del olvido y abandono y ponerla a salvo de las organizaciones delincuenciales, dándole la oportunidad de ir cerrando brechas. La gente del Catatumbo merece esto y mucho más por los grandes sacrificios que ha tenido y en hora buena los PDET les empezó a mostrar que una vida mejor sí es posible y que un futuro sostenible también lo es.

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