En un reciente foro virtual sobre ‘El Sistema de Salud que necesitamos los colombianos’, la Contraloría General de la República alertó sobre una serie de situaciones dolosas e irregulares que están afectando más su calamitoso funcionamiento.

Es alarmante y parece increíble el informe de la Contraloría en lo que respecta, por ejemplo, al recobro de medicamentos que en unos casos excede hasta en un 8 mil por ciento el precio máximo permitido o autorizado por el Ministerio de Salud. Es decir, y a manera de ejemplo otra vez, por un medicamento que cuesta 10.000 pesos hay que pagar 800 mil pesos.

En otros dos medicamentos el recobro excede el 6.000 por ciento y el 2.000 por ciento.

El informe de la Contraloría señala que tres EPS concentren el 60% de la suma de recobros girados en 9 meses, por medicamentos no PBS de las cinco principales enfermedades de alto costo. E igualmente hay concentración de proveedores en el 50% de los recobros, en ese mismo caso. También se observa una concentración en los pagos hacia las IPS que tienen vínculos empresariales con las EPS.

A esto se suman nuevas posibles contravenciones a la integración vertical en el caso de cuatro EPS, el giro preferente de igual número de EPS a un mismo proveedor de medicamentos (configurando un oligopolio), y una marcada concentración en pocas EPS de los recursos destinados por concepto de compensación y liquidación mensual de afiliados en los regímenes contributivo y subsidiado.

En este foro quedó al descubierto que aun en medio de los naturales problemas de índole financiero y fiscal que se han afrontado en los últimos meses y de los esfuerzos del Gobierno, ha sido muy lento el avance en el saneamiento de la deuda del sector, a través del Acuerdo de Punto Final, pues solo $1,51 billones de pesos de los $6,7 billones proyectados para tal fin, han sido efectivamente pagados.

Funcionarios de la Contraloría expresaron con preocupación cómo el giro anticipado de techos o presupuestos máximos para los meses de febrero, marzo y abril de la presente vigencia no se tradujo en el flujo de recursos esperado a los prestadores de servicios de salud, para lo cual se generó el anticipo en mención. 

El contralor Carlos Córdoba ha sido enfático en señalar que su despacho redoblará esfuerzos para que los recursos públicos, orientados y ejecutados en el marco de la pandemia, alcancen la mayor eficiencia y eficacia posible en el propósito de controlar la grave situación de salud que aqueja al país.

Pero no hay que ser sabio, adivino o mago para pensar o imaginar que esta escandalosa situación no es de ahora o que llegó con la pandemia. Estas irregularidades como todas las demás que tiene colapsado nuestro sistema de salud vienen de mucho tiempo atrás. Lo que pasa es que no ha habido la firme voluntad política y la decisión resuelta de acabar con tantos entuertos.

“No vamos a permitir privilegios ni concentración ilegal de recursos en manos de aquellos que encuentran en la crisis, no una oportunidad para resolver problemas estructurales, sino para hacer negocios”, dijo el contralor Córdoba.

Los colombianos esperamos que se hayan dispuesto las investigaciones correspondientes y que se comuniquen pronto sus resultados.