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El héroe de la humareda
Luego de varios años de ausencia en las editoriales reaparece el escritor Jorge Meléndez Sánchez con el libro El héroe de La Humareda, una minuciosa biografía del general Guillermo Quintero Calderón, o Blas Guillermo, como reza su partida de bautismo publicada por el Banco de la República en el Tomo II de su colección Los constituyentes de 1886, Convención a la que asistió nuestro paisano.
Lunes, 17 de Noviembre de 2014
Luego de varios años de ausencia en las editoriales reaparece el escritor Jorge Meléndez Sánchez con el libro El héroe de La Humareda, una minuciosa biografía del general Guillermo Quintero Calderón, o Blas Guillermo, como reza su partida de bautismo publicada por el Banco de la República en el Tomo II de su colección Los constituyentes de 1886, Convención a la que asistió nuestro paisano. Muy oportuna la publicación de esta biografía del expresidente nortesantandereano, nacido en Puerto Nacional, cuando se acerca la fecha del centenario de su nacimiento. Con esta biografía de Quintero Calderón ha llegado la hora de dilucidar dónde queda o quedaba Puerto Nacional, si es el mismo Gamarra y si pertenecía a Ocaña, porque lo cierto es que esas son preguntas que nadie responde con seguridad y quien trata el tema lo hace con cierta aprehensión porque puede verse en situación embarazosa al ser corregido públicamente.

Difícil hacer un recuento de las guerras civiles en las que participó el abogado y general Quintero Calderón, como la de 1876, 1885 y alguna que otra intervención en la de los Mil Días. Es pertinente recordar que en la década de los 60’s, del siglo XIX, con su hermano Antonio compró en Convención la finca Cataluña -que aún subsiste aunque limitada en extensión por compraventa e invasión-, de donde salió obligado para la guerra de 1876. Allá se le recuerda porque fue alcalde, juez y promotor de obras públicas como el cementerio actual, el acueducto y el arreglo de sus “tortuosas calles”, entre otras. Años más tarde, en una entrevista que le concedió al escritor bogotano Tomás Rueda Vargas, le confesó: “Me retiré del foro, compré una hacienda en el vecindario de Convención y me entregué a la agricultura; fue la época más feliz de mi vida. Allí me sorprendió la revolución de 1876”.

Un aspecto que hace amena y atractiva la lectura de esta obra es la desmitificación del general Guillermo Quintero Calderón –pariente cercano de un columnista de La Opinión-, pues con buen soporte probatorio y el descubrimiento de los seudónimos con los cuales escribía Quintero Calderón en los periódicos, hoy sabemos que era buen músico, de alegre bohemia y excelente disposición para el baile, y mientras él vivía en Convención su esposa e hijos vivían en Ocaña, lo cual facilitó los “amoríos locales”, como lo reconoció en una carta-ensayo publicada en el periódico La Fama el 26 de abril de 1968. De manera que allá debió quedar alguna semilla esparcida.  

Este libro de Jorge Meléndez es la primera biografía que se publica del general Guillermo Quintero Calderón que, además, aporta datos desconocidos para la historia política de Colombia, como lo acaba de reconocer el historiador inglés Malcolm Deas en sus comentarios elogiosos.
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