Gustavo Contreras empezó a soñar hace cinco años con un cortometraje a raíz de los beneficios que proporciona la ley de cine.
Escribió una historia cotidiana, alejada del mundanal ruido de la frontera, y se concentró en los celos de una esposa de un ginecólogo que extrema la persecución para descubrir la infidelidad.
Esa trama se resume en 12 minutos que se proyectará, por primera vez, esta noche, en el marco de los Premios Vive Nuestra Música, en el Teatro Zulima.
‘Perdóname’, como bautizó el filme que se rodó en La Parada y centro de Cúcuta, empezó a gozar de la ley 814 del 2003 después que Contreras llenara los requisitos exigidos por el Ministerio de Cultura para dicha certificación.
El realizador audiovisual y comunicador social explicó que esa especie de sátira, comedia o humor negro la pondrá a disposición para que compita en los distintos festivales nacionales e internacionales.
Acompañado de un equipo de 16 personas técnico y artístico se lanzó al ruedo para grabar desde febrero el cortometraje que le dará la satisfacción de un sueño muy anhelado.
Sin embargo, fue en la última semana de septiembre que concretó el proyecto que esta noche podrán disfrutar los asistentes al Teatro Zulima.
El elenco lo conforma cinco actores, entre los que se encuentra el médico, la esposa, el amante, el taxista y otro incógnito personaje que le da emoción al filme.
Gustavo Contreras es hijo de Convención, Norte de Santander, pero desde hace 23 años se vino para Cúcuta donde ha conquistado sus metas.
Después de graduarse de comunicador social en Inprosistemas hizo las prácticas en medios televisivos como ATN, el canal regional TRO y Tu Kanal.
Y desde el año pasado se ha dedicado a lo que más le gusta: realizador audiovisual independiente.
En la Bilibloteca Pública Julio Pérez Ferrero y la Quinta Teresa se han convertido en claves para las reuniones donde programó su primer cortometraje rodeado de un ambicioso grupo que también ama el arte desde varias aristas. En su archivo conserva otras historias que pronto saldrán al aire.
