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Frontera
Controles en la frontera entre Alemania y Austria, "como en los años 80"
Estas restricciones han causado congestiones vehiculares de hasta 20 kilómetros de largo.  
Lunes, 14 de Septiembre de 2015

Helmut Zimmermann refunfuña contra los policías mientras espera, atrapado en un atasco causado por el restablecimiento de controles en la frontera germano-austríaca, por la crisis migratoria: "esto es como en los años 80" antes de la libre circulación.
      
Bocinazos, malas caras: en el puente que une Austria a Alemania entre Salzburgo y Freilassing, los conductores redescubren la paciencia que era necesaria antes de la progresiva entrada en vigor, a partir de 1985, de los acuerdos de Schengen, que permitieron a los europeos circular libremente de un país miembro a otro.
       
Dos policías controlan minuciosamente, una a una, las identidades de los pasajeros de vehículos que entran a Alemania. Los que son objeto de verificaciones o de registros más completos son orientados hacia otros agentes, que esperan un poco más lejos.
       
"Pero íasí no pueden funcionar las cosas, con solo dos policías!" truena Zimmermann, de 71 años, que regularmente va a abastecerse de cigarrillos y gasolina a la vecina Austria.
       
"No me imaginé que esto estuviera tan mal organizado" añade.
       
No se ve un solo refugiado o migrante a cientos de metros a la redonda, a pie o en coche. Sin embargo, el objetivo de estos controles no es impedirles el paso sino ocuparse de ellos de forma más "ordenada", según el gobierno, así como detener más fácilmente a los 'pasadores".
       
Un flujo masivo de refugiados
       
En poco más de una semana, decenas de miles de migrantes han llegado a la región alemana de Baviera (sur) vía la ya famosa ruta de los Balcanes, que lleva de Turquía a Alemania a estos candidatos al asilo, en particular sirios que huyen de la guerra en su país.
   
En la noche del domingo al lunes varias personas que transportaban migrantes a cambio de dinero fueron detenidas.  Pero desde este lunes, la policía no ha señalado más casos de este tipo.
       
Hacer contrabando humano, dados estos controles, sería "estúpido", confía un policía.
       
Pero para Zimmermann, que vive en esta región, los controles en las carreteras no van a cambiar las cosas pues la zona está llena de bosques y de caminos ocultos.
       
"La frontera verde es muy permeable. Mucha gente ha pasado por ahí en los últimos días. Hace poco, mi mujer vio por la mañana a varios hombres con piel oscura salir del bosque", afirma.
       
Que los controles sean o no eficaces poco le importa a Rudolf Winthofer, un taxista transfronterizo. Lo que le importa es perder dinero con estos atascos.
       
"Nunca he tardado tanto" en pasar la frontera, "jamás he vivido algo así" se queja este hombre de 56 años, que en su minibus conduce a diario a los escolares de Salzburgo hacia Baviera. Y el tiempo que pasa en los atascos, es tiempo --y dinero-- perdido para hacer otros recorridos.
       
Winthofer no es el único en quejarse de la pérdida de dinero. Baviera está en el centro de "numerosos ejes de transporte europeos", recuerda a la AFP  Sebastian Lechner, director general de la federaciòn bávara de empresas de transporte. Además, todo el tráfico de camiones que viene de Italia pasa por Austria.
       
El responsable anticipa "retrasos considerables" en los transportes por carretera en las próximas semanas, y se declara "preocupado" por la repercusiones en el sector de la logística.

*FREILASSING, Alemania, (AFP)

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