Los violines, las violas, el piano, las trompetas, los saxofones, y los chelos no dejarán de sonar para los niños, adolescentes y jóvenes de las zonas fronterizas del país. El programa Música en las Fronteras de la Fundación Nacional Batuta seguirá escuchándose en las líneas limítrofes del departamento.

La fundación está a punto de firmar un convenio tripartito con el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que permita garantizar la continuidad del programa y generar nuevas líneas de trabajo en los departamentos fronterizos, donde funcionan los centros musicales.

La presidenta ejecutiva de la fundación, María Claudia Parias, explicó que buscan ampliar los cupos para nuevos participantes en estos centros musicales. 

Además, anunció un eventual proyecto, que aún no está confirmado, pero en el cual están trabajando y es la creación de un proyecto especial dirigido para venezolanos que están residiendo en esta zona de la frontera. 

“Tenemos toda la intención de fortalecer el proyecto mediante la creación de orquestas y agrupaciones representativas, que nos permitan juntar a los niños en residencias artísticas y ofrecer conciertos de alta visibilidad”, dijo.

Parias indicó que el hecho de que la OIM haya pensado en firmar un convenio con la fundación para fortalecer el trabajo en la región es un apoyo muy grande. 

Aseguró que tras la exposición del programa los representantes de la organización manifestaron la disposición de poner recursos adicionales para atender a venezolanos en otras capitales del país. 

“Se quiere hacer una investigación para ver cuáles han sido los efectos reales del proyecto en esta zona del país, que tiene un factor diferencial tan marcado por su ubicación de alta complejidad, frente a los resultados obtenidos por Batuta en toda Colombia”, dijo. 

Programa actual

En Norte de Santander hay tres centros musicales, con 300 niños aproximadamente.

La presidenta ejecutiva de la fundación detalló que el centro más grande es el de Villa del Rosario, que tiene 132 niños, adolescentes y jóvenes (15 con doble nacionalidad, tres retornados y dos venezolanos, 112 colombianos).

“Batuta Villa del Rosario es nuestro centro musical estrella porque es una orquesta sinfónica completa, su proceso no vio interrumpido y funcionó durante todo estos meses por un apoyo que dio directamente la fundación, con recursos propios para que se suspendiera el proceso de formación”, detalló.

“En todo el país hay 43.000 niños que están vinculados en los 120 centros musicales”: María Claudia Parias, presidenta ejecutiva de la Fundación Nacional Batuta.

Mientras que en Cúcuta hay 83 estudiantes en cuerdas sinfónicas, y este centro retomó su trabajo el pasado 25 de junio con recursos del Ministerio de Cultura, que brindó apoyo al programa a partir del traspaso de un gobierno a otro. La cartera de cultura emitió una resolución para dar los recursos.

Y en la sede de Los Patios hay 80 estudiantes, y volvieron a su proceso de formación el pasado 5 de junio, luego de que la Alcaldía de Los Patios firmara un convenio con la fundación.

“El apoyo del Ministerio de Cultura, las alcaldías de Villa del Rosario, Los Patios; y de la Gobernación de Norte de Santander ha sido muy activa en los últimos dos años”, dijo.

Parias indicó que la Fundación Nacional Batuta participará en una convocatoria que abrirá la Alcaldía de Cúcuta en los próximos días para acceder a unos recursos que permitan fortalecer la formación en la ciudad.

“También queremos hacer un registro de la vida de los niños que llevan un tiempo más largo involucrados con el proyecto de Batuta, para visibilizar cuál es la relación e impacto que han tenido estos niños con la formación musical recibida como un elemento de transformación social, que es la misión de la fundación”, explicó.

El programa opera en 14 centros de formación musical en las zonas limítrofes del país y se benefician unos 1.700 niños a través del mismo.