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Frontera
El paso de mercancía desafía al coronavirus en Puerto Santander
Durante el sábado, fue constante el paso de mercancía por canoa y por las trochas que atraviesan los arrozales.
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Sábado, 14 de Marzo de 2020

A pesar de que que el presidente Iván Duque decretó el cierre oficial de los pasos fronterizos con Venezuela, en el municipio de Puerto Santander el flujo de venezolanos que entra y sale de Colombia sigue siendo incontrolable.

Aunque el puente La Unión, que une a Puerto Santander con Boca de Grita (Táchira), amaneció cerrado con vallas y tuvo vigilancia constante de la Policía, el Ejército, Migración Colombia, el ICA y el IDS, en los pasos ilegales el flujo de personas fue incontenible y el paso de mercancías y personas de lado y lado no cesó durante todo el día.

Desde tempranas horas de la mañana, canoas embarcaban a las personas en el lado venezolano para que cruzaran el río hacia Colombia y, a pesar de que la Policía hizo presencia en algunos de los pasos que conectan la frontera, los mismos habitantes del municipio empezaron a cobrarles a los venezolanos para que llegarán a su destino.

En el municipio, todo el comercio depende solo de las ventas que hacen a los venezolanos; por esa razón, los habitantes se encuentran divididos por la medida, porque mientras un sector prefiere no perder sus ventas diarias, otros prefieren el cierre para evitar una propagación del coronavirus.

Las Dos Caras 

Héctor García, representante de los comerciantes del municipio, resaltó que el cierre de frontera les ocasiona pérdidas al sector de hasta 90 % de sus ventas. Y es que cerca al puente La Unión solo hay locales comerciales, las ventas de zapatos, víveres, tecnología, y las casas de cambio, son el paisaje de la zona.

Por eso, el líder del sector pidió al Gobierno Nacional implementar otro sistema de control para prevenir el virus, sin que se tenga que cerrar la frontera y ausentar los clientes de los locales comerciales de la zona.

Vea También: Paso controlado hacia Venezuela en el puente Simón Bolívar

Sin embargo, gran parte de la mercancía que cruzaba en grandes cantidades hacia Venezuela hace parte de la práctica del ‘bachaqueo’, es decir, son productos que se revenden en las tiendas y supermercados del vecino país.

Ayer, fue constante el paso de mercancía por canoa y por las trochas que atraviesan los arrozales. Los que aprovecharon la jornada fueron los carretilleros y algunas personas que del lado venezolano cobraban hasta $12.000 a las personas para dejarlos pasar, cobrando $3.000 en cuatro puntos diferentes del trayecto.

Pacas de harina pan, paquetes de gaseosas, jabón, detergente, medicinas, entre otras cosas, llenaban las bolsas de los desesperados venezolanos que le suplicaban a la Policía que los dejara cruzar por la trocha.

Dentro de los arrozales, uno de los buhoneros gritaba: ¡Antibacteriales, vitamina C, ácido fólico!”. La situación del coronavirus fue una oportunidad para ofrecer productos que escasean en territorio venezolano.

Ante esta situación, la alcaldesa del municipio, Virginia Torres, dijo que tienen dos prioridades, una es no dejar caer el comercio local y la otra la salud de sus habitantes.

“Sin vida no hay comercio, por eso debemos trabajar para que no se afecten los comerciantes, pero también debemos salvaguardar nuestras vidas”, manifestó Torres.

Aproximadamente a las 12 de la mañana, la situación en la trocha se calmó, la llegada de policías del grupo GOES les permitió a las autoridades tomar el control y alejar a las personas que estaban cobrando para que los venezolanos pasaran.

Sin embargo, la calma duró poco porque las autoridades fueron obligadas a dejar cruzar a muchos venezolanos que aseguraban no tener ni lugar ni dinero con qué quedarse en Colombia.Mientras se iba, una mujer dijo que “así como en Colombia hay coronavirus, allá en Venezuela también”; por eso, seguramente los venezolanos sigan llegando al país a comprar sus víveres.

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