Esta semana, los tachirenses fueron sorprendidos por el cobro a precios internacionales del combustible que surten, al menos, cinco estaciones de servicio que operaban con tarifas reguladas en la zona metropolitana.

Aunque el argumento oficial es la próxima apertura de los pasos binacionales, llama la atención que la única estación fronteriza, de las seis anunciadas, está en La Fría, mientras las conocidas como Safec, parecen no formar parte del nuevo modelo, que deja sin combustible a precios internacionales a San Antonio y Ureña, principales puntos de tránsito desde y hacia Colombia, cuyos visitantes tendrían entonces que llegar hasta San Cristóbal para abastecerse o cruzar la frontera por Puerto Santander, para llegar a La Fría.

En San Cristóbal, las estaciones con precio internacional son Caribe, en la avenida Marginal del Torbes; Servicentro Los Llanos, en la Octava Avenida de La Concordia y Crislago, en el barrio El Carme. También figura la Estación de Servicio Táriba, en la esquina de la calle 5 con carrera 3, Táriba, municipio Cárdenas.

Con el nuevo esquema, el litro de gasolina de 91 octanos vale 160 bolívares, mientras que en las estaciones normales el litro se vende a un bolívar. El litro de 95 octanos cuesta 180 bolívares, muy superior a los 6 bolívares que se pagan en el resto de las estaciones de bombas. La ventaja es que el combustible se expende sin límites y sin exigencias del dispositivo electrónico del chip.

El gobernador del Táchira, José Gregorio Vielma Mora, anunció que son seis las bombas que desde este primero de agosto fueron autorizadas para funcionar como Estaciones de Servicio Alternativas (ESA), “para surtir a los usuarios de la frontera, como parte de un plan piloto implementado por la empresa estatal Pdvsa”.

El mandatario estatal destacó que la medida forma parte de los planes orientados a reducir las colas y a brindar un mejor servicio a los usuarios de la frontera tachirense; las estaciones con este esquema operan en los municipios García de Hevia, Cárdenas y San Cristóbal, “dada la inminente apertura de la frontera”.

Explicó que de las seis estaciones de servicio, cinco serán administradas por concesionarios privados y una pasará a manos de la gobernación.

Mora dijo que gracias al cierre de frontera, se han ahorrado entre 33 y 35 millones de litros de combustible  “que se iban de contrabando hacia Colombia. Por eso, desde octubre del 2015 a julio del 2016, estamos evaluando el consumo en vehículos livianos, de carga y motocicletas para sincerar la capacidad mensual del carburante”.