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Toque de queda en Ureña por amenazas de grupos armados

Los enfrentamientos por el control del territorio mantienen aterrorizados a los habitantes de esa zona la frontera venezolana.

Las calles de la población de Ureña, en Venezuela, lucían este lunes completamente desoladas, como consecuencia de un toque de queda no declarado que se instauró en la zona bajo amenazas de los grupos armados, que luchan por el control de este territorio fronterizo.

La orden se conoció desde el pasado jueves y corrió de boca en boca. “Este lunes nadie circula por las calles, taxis y mototaxis deben permanecer ‘guardados’, quien no acate se atiene a las consecuencias”.

Según versiones extraoficiales de integrantes de los cuerpos de seguridad del Estado sin autorización para declarar de manera formal, una célula de la guerrilla del Ejército de Liberación nacional (Eln) intenta tomar control del territorio, actualmente manejado por grupos paramilitares, también identificados como ‘colectivos’.

“Desde principios de año los colectivos tomaron el control de las trochas y de la extorsión a comerciantes, taxistas y mototaxistas”, explicó la fuente.

Franklin Duarte, diputado a la Asamblea Nacional por el circuito de frontera, denunció que los grupos armados al margen de la ley operan en toda la zona fronteriza “sin encontrar verdadera resistencia por parte de las autoridades”.

Agregó que la presencia de estos grupos irregulares se ha incrementado significativamente en los últimos meses.

“Los únicos perjudicados por esta situación son los habitantes de la frontera y quienes a diario cruzan las trochas y los puentes para comprar alimentos y medicamentos que no encuentran en Venezuela”, apuntó.

Exhortó al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López a garantizar la vida y la seguridad de todos los venezolanos y enfrentar a estos grupos armados.

Álvaro*, quien trabaja desde hace más de 10 años como mototaxista en Ureña, dijo a La Opinión en nombre de sus compañeros de gremio que se sienten “entre la espada y la pared”.

Sostuvo que la guerrilla les exige dejar de pagar a los colectivos bajo la amenaza de que quien pague será ejecutado; y los colectivos les dicen que si no pagan los matan, por eso muchos han dejado de trabajar.

“Somos más de mil mototaxistas organizados en Ureña, que hoy nos sentimos desprotegidos, desamparados, entre la espada y la pared, a merced de esta gente. Nosotros no tenemos armas, solo tenemos nuestros vehículos y con ellos nos ganamos el sustento de nuestras familias, yo les pido que dejen a un lado tanta violencia y nos dejen trabajar en paz”, agregó.

*Nombre cambiado para proteger la identidad de la fuente.

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Eilyn Cardozo
Lunes, 20 de Mayo de 2019
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