Un juego trabado, con faltas e imprecisiones según se acercaban ambos equipos al área rival no vaticinaba un partido abierto en el que 'Flu' pudiera realizar el juego dinámico y espectacular tan del gusto de Diniz, que formó de inicio con el mismo once que ganó a Boca Juniors la final de la Libertadores.
Los egipcios salieron sin complejos, dispuestos a demostrar que su victoria en cuartos ante el Al-Ittihad de Marcelo Gallardo no fue fruto de la casualidad.
Sus rápidas contras cortaban la respiración del 'Flu', que aceptó el envite y respondió por medio de Arias, con sendos remates al palo en el primer acto.
Marcelo, sufría ante el sudafricano Percy Tau, que en más de una ocasión le ganó la posición.
Pero el antiguo lateral del Real Madrid encontró premio a su apuesta por preocuparse más de atacar que de cubrir la retaguardia y provocó un penal que Arias, a pesar de su poco ortodoxa carrerilla, no fallaría para situar al Fluminense a un paso de entrar en la leyenda en su primera participación en el Mundial de Clubes.
El gol postrero de Kennedy, decisivo también en la Libertadores tras salir desde el banquillo, certificó la victoria del conjunto de Rio.
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