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Fútbol
Josip Ilicic liderará el Atalanta
En el juego ante el Valencia, por la Champions, también estará el colombiano Duván Zapata.
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AFP
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Miércoles, 19 de Febrero de 2020

El poder ofensivo del Atalanta, que recibe este miércoles al Valencia en sus primeros octavos de final de una Liga de Campeones, depende de la potencia del colombiano Duván Zapata y de la precisión técnica del argentino Alejandro ‘Papu’ Gómez, pero también de un factor más imprevisible: el talento de Josip Ilicic, apodado ‘la abuelita’.

“Jugar contra el Atalanta es como ir al dentista”, confesó en la fase de grupos Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, consciente de que un duelo contra el actual cuarto clasificado de la Serie A implicaba una buena dosis de sufrimiento.

Esta temporada es Ilicic quien hace más daño, con 15 goles y 3 asistencias contando todas las competiciones, muy por encima de sus registros habituales.

La clase del atacante internacional esloveno, de 32 años y con 10 temporadas en la Serie A desde su llegada en 2010 al Palermo, nunca había estado en duda, pero nunca se había visto con tanta regularidad.

El galardón a mejor jugador del mes de enero es una manera de recompensar una serie de actuaciones brillantes con siete goles en cinco partidos, incluido un taconazo contra la SPAL o un golpe franco desde 45 metros para superar a Salvatore Sirigu, arquero del Torino, demasiado adelantado.

Esa última obra maestra fue aplaudida por sus compañeros, quienes imitaron a los limpiadores de botas arrodillados ante el gigante (1,91m), sonriente.

“Soy como el vino. Cuanto más mayor me hago, mejor soy”, resumió Ilicic, que ha tenido que alcanzar la treintena para desplegar el mejor fútbol de su vida.

‘Cansado, destruido’ 

En Palermo, donde formó con el argentino Javier Pastore una hermosa pareja de talentos frágiles, y luego en la Fiorentina, el esloveno podía irritar por su indolencia e intermitencia, como si su genio dependiera de un interruptor, un día encendido, otro apagado.

“Cuando me siento bien puedo hacer todo lo que quiera en el terreno de juego”, explica. Durante mucho tiempo eso no pasaba a menudo. Pero hoy parece haber puesto en marcha permanentemente el “modo gran jugador”.

Con sus brazos caídos, sus caras de sufrimiento y la lentitud de su desplazamiento cuando el balón no está en su zona, Ilicic parece abrumado por el ritmo del fútbol actual.

Pero es una trampa. En el momento de regatear, de encarar y enfilar a la portería rival, su gran cuerpo se vuelve escurridizo.

Su apariencia sigue siendo la de un jugador de domingo, del que se diría que tiene una gran zurda pero un físico sospechoso. Pero la realidad en el césped dice otra cosa, el apogeo de uno de los mejores talentos del campeonato italiano, simplemente genial por momentos.

Después de dos años y medio, su entrenador, Gian Piero Gasperini, ha aprendido a gestionarle y a interpretar ese lenguaje corporal tan particular.

“En los entrenamientos sus compañeros le apodan ‘la abuelita’, porque llega siempre cansado, destruido. Le preguntamos cómo está y responde ‘mal, mal’”, sonríe el técnico italiano. “Es el único jugador en el mundo que está contento de ir al banquillo”, añade ‘Gasp’.

Pero con la edad y la constancia, Ilicic parece haber encontrado también la ambición, llegando a asegurar hace 15 días que el Atalanta podía ganar el ‘Scudetto’, un reto grande para un equipo chico.

“Al final de los partidos siempre le falta un poco de oxígeno”, bromeó Gasperini, sobre su goleador estrella.

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