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Históricos
Empresarios: Manuel G. Cabrera Luciani (I)
Fue presidente del Club del Comercio de Cúcuta, en tres ocasiones: 1923,  1930 y 1937.
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Viernes, 2 de Febrero de 2024

Esta crónica fue escrita por su nieto Manuel Guillermo Cabrera González a quien agradezco su muy especial colaboración.

Manuel Guillermo Cabrera Luciani, cucuteño nacido el 10 de febrero de 1880, en el inmueble ubicado en la calle 9 # 8-80 e Isabel Serrano Villamizar, quien también nació en Cúcuta el 26 de junio de 1886, se casaron el 10 de febrero de 1914, día en que el novio cumplía 34 años de edad, en la  hacienda “Lomitas” en Villa del Rosario, lugar en donde vivieron hasta febrero de 1919, cuando se trasladaron a la casa que habían comprado en Cúcuta, ubicada en la esquina suroccidental de la calle 14 con avenida 4ª, donde después funcionó por muchos años el “Hotel Internacional”.

Sus hijos fueron: Carmencita (Cúcuta, 08/01/1915 - 19/10/1919), Beatriz (Cúcuta, 14/05/1917 - 02/02/1991), Manuel José (Caracas, 13/02/1920 - Cúcuta, 05/12/2000), Jorge (Cúcuta, 10/1923 - 26/12/1926) y Alfredo (Nueva York, 19/08/1925 – Cúcuta, 12/04/2015).

Familia muy conocida en el ámbito social, empresarial, comercial y político de Cúcuta. Don Manuel Guillermo fue un destacado comerciante y personalidad pública de la ciudad.

Perteneció al Concejo Municipal de Cúcuta a principios de la década del 10 en el siglo XX, conformando Junta Directiva con: Presidente, José Agustín Berti, vice-presidente, Alberto Camilo Suárez, vocales Erasmo Meoz, Jorge Ferrero, Manuel Guillermo Cabrera, Ricardo Jordán, Francisco de Paula Vargas A., Miguel Alvarado S. y Octaviano Bautista, secretario, Jesús Omaña G.

Su fibra cucuteña brotó cuando decretaron en 1910 la desaparición del ´Departamento de Cúcuta´ para ser anexada nuevamente Cúcuta al Departamento de Santander, y don Manuel Guillermo rechaza al nuevo gobernador de Santander Antonio Barrera, el ofrecimiento de la secretaría de Hacienda. Previamente junto con el gobernador Víctor Julio Cote y él ejecutando la Secretaria General de Gobierno, decretan el nombramiento del doctor Emilio Ferrero, Comisionado del Departamento de Cúcuta, para que ‘sostenga ante el Poder Ejecutivo y la Comisión Legislativa Permanente, los derechos que tiene de subsistir’. Esto, unido a la fuerte lucha que dieron los cucuteños, dio origen al Departamento de Norte de Santander.

Al fundarse la Cervecería Santander en 1912, fue presidente de la Junta Directiva conformada con Tito Abbo, Arístedes Osorio, Adolfo Müller y Francisco Peñaranda Arenas. Perteneció también a la primera Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Cúcuta fundada en 1915, como uno de los ocho representantes del comercio colombiano y fue el primer presidente colombiano de dicha Cámara. Por los años 20 fue nombrado presidente de la Compañía del Ferrocarril de Cúcuta y sufrió los embates del padre Demetrio Mendoza por apoyar actividades para recaudar fondos que auspiciaba la Sociedad de Artesanos Gremios Unidos, para el mantenimiento y funcionamiento de escuelas laicas tales como Gremios Unidos.

Fue presidente del Club del Comercio de Cúcuta, en tres ocasiones: 1923,  1930 y 1937.

Doña Isabel formó parte, con otras distinguidas damas de la ciudad, del comité que se encargó de promover el diseño y la construcción del monumento a Cristo Rey en la avenida 4ª con calle 20 del barrio La Cabrera.

En 1930 se mudan a Caracas con ocasión del nombramiento que el presidente Enrique Olaya Herrera le hiciera a don Manuel Guillermo para ser embajador de Colombia en Venezuela, cargo que desempeñó hasta 1934. Como era costumbre del “benemérito”, como llamaban en Venezuela al presidente Juan Vicente Gómez, despachar muchos asuntos en su hacienda de Maracay, recibió allí las cartas credenciales de don Manuel Guillermo, y después de muchas preguntas sobre el origen del embajador colombiano, Gómez le dijo: “sepa amigo Cabrera, que yo negocié ganado con su papá en Cúcuta”, hecho que sin lugar a dudas facilitó las relaciones entre los dos países.

Por razones de salud de doña Isabel, ocasionados fundamentalmente por las muertes prematuras de sus hijos, Carmencita cuando tenía 4 años, quien falleciera ahogada en una toma de agua de la hacienda “Lomitas” en Villa del Rosario, y Jorgito cuando apenas tenía 3 añitos, como consecuencia en la complicación de una infección intestinal (en esa época escaseaban los antibióticos necesarios), decidieron  trasladarse a Europa a tomar un descanso y permanecer allí por algún tiempo.

Estando don Manuel Guillermo y su familia en España, recibió la invitación del nuevo gobierno que presidía Alfonso López Pumarejo, para que aceptara otra vez la embajada de Colombia en Caracas, cargo al que regresó en el mismo año 1934 y logró, en ese año, la firma del primer tratado comercial entre los dos países. Permaneció en el cargo hasta 1937, cuando decidió regresar a Cúcuta.

Don Manuel Guillermo era un hombre que disfrutaba viajar con toda su familia. Estuvo un tiempo en Caracas antes de desempeñar la embajada y allí nació su hijo Manuel José en 1920. En Nueva York también pasó varias temporadas, donde le gustaba jugar en la bolsa de valores y negociaba exportaciones de café, entre otras. En una de esas estadías en Nueva York, en 1925, nació Alfredo. También vivieron en París, exactamente en el 69 de la Avenue Kléber. Pasaron largos días en Vichy,  buscando que las aguas termales de esa ciudad francesa contribuyeran a mejorar la salud de doña Isabel; también vivieron en Madrid en el 4 de la calle Gurtubay – de Velásquez a la Gasca-. Estuvieron un tiempo en Hamburgo, también buscando alternativas para la salud de su esposa.

Redacción
Gerardo Raynaud D.
gerard.raynaud@gmail.com

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