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La primera Reina del Deporte
Ella y su familia donaron un terreno de diez mil varas cuadradas para la construcción del estadio de Cúcuta.
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Miércoles, 9 de Agosto de 2023

Los “Reinados del Deporte” comenzaron a planearse conjuntamente con las festividades que conmemoraban los días de la independencia del país en el mes de julio, las que posteriormente fueron llamadas “fiestas julianas” y en las que se invitaba a la población a participar del regocijo público.

Pero en 1937, se conjugaron, en la ciudad, varias actividades que hicieron que los presupuestos no alcanzaran a financiarlas. Como se dice popularmente en ese año, “tiraron la casa por la ventana”, cuando se programaron Feria Exposición Agropecuaria, corridas de toros, mascaradas, carreras, bailes y el Campeonato Nacional Masculino de Baloncesto por la misma fecha: del 18 al 25 de julio.

Por esta razón, a la comisión organizadora de los eventos se le ocurrió la idea de sugerir una fórmula que, además de promover el jolgorio, pudiera recaudar los fondos necesarios para lograr el éxito de la campaña. Así fue como apareció en escena el “Reinado del Deporte”.

No es la primera crónica sobre el Reinado del Deporte que escribo. Ya había narrado una sobre el mismo tema para el año 1941 que al parecer fracasó estruendosamente y otra en el año 1954. En esta ocasión, las noticias indican que el primero de estos reinados, por lo menos en esta ciudad, ocurrió en 1937.

Ahora bien, pero se preguntarán ustedes ¿cómo se relacionan estos reinados, con la actividad deportiva? La respuesta es, al parecer, que gracias a una noticia enviada desde el medio oriente y traducida al castellano se leía: “S.M. la reina de los deportes, debidamente asesorada del padre de la Cultura Física, en uso de sus prorrogativas, decreta…” Gracias a notas como ésta comenzó a prosperar el estímulo que se requería para que la juventud se entusiasmara en emprender actividades deportivas y con la ayuda de los medios se desplegó una amplia campaña en la que a través del deporte los jóvenes buscaran la gloria y la esperanza para su patria chica.

Y la verdad es que a nivel nacional la idea de los reinados deportivos tuvo tal acogida que para no quedarnos atrás, a raíz del campeonato que se realizaría en 1937 en la ciudad de Cúcuta, la prensa publicó la siguiente nota en la que se presionaba la elección así: “…todos los departamentos integralmente se aprestan con prontitud para la elección de la Reina del Deporte ¿y por qué nuestro departamento no está en esos preparativos? ¿Acaso se puede privar a la juventud de la dirigente que presidirá sus destinos deportivos? ¿Será que a la juventud deportista se le quiere negar la auténtica y fiel representación de sus mejores ideales?

Regresando al tema del encabezado, a comienzos del mes de julio, la Comisión Departamental de Educación Física y varios caballeros vinculados a los centros sociales y deportivos, se reunieron con el fin de tratar sobre la elección de reina del deporte en Cúcuta para el Campeonato Nacional de Basket-ball.

El proyecto despertó tal entusiasmo que desde el primer momento comenzaron a barajarse los nombres de las posibles candidatas: Marina Polanco, por el Tennis Club; Blanquita Mieles por la Asociación de Empleados; Yolanda Faccini, por el Club del Comercio; Aurora González, por el Club Norsander; Ana Rita Colmenares, por la Federación de Empleados y Maruja Saieh, por el Colegio de la Presentación.

Con anterioridad se habían mencionado nombres de otras posibles candidatas que finalmente no se dieron, como los de las señoritas Sofía Jácome, Virginia Uribe, Blanca Vargas, Isabel Pacheco, Aurora González, Berta Marciales y Marina Castro.

El inicio del campeonato estaba programado para el día 20 y oficialmente se había anunciado que en los próximos días se conocería la nómina de equipos que participarían en el torneo.

Mientras tanto, la Comisión había definido los procedimientos que se seguirían para conocer la ganadora de la competencia, toda vez que no se trataba de un reinado de belleza ni de simpatía sino de un certamen para recaudar fondos.

Así que la ganadora sería la candidata que más dinero lograra recaudar. El sistema adoptado quedó plasmado en el siguiente aviso publicado por la Comisión: “…se avisa que las votaciones quedarán abiertas desde día de hoy (martes 6 de julio) a razón de $0.05 cada voto. Al efecto se colocarán urnas especiales en todos los clubes y centros existentes en la ciudad. Las boletas se venderán en los principales bares y cafés de la ciudad”. Finalmente se exhortaba a todos los hijos de Cúcuta, la obligación en que estaban de tomar parte activa de estos acontecimientos deportivos que sin duda alguna marcarán una nueva etapa en nuestro adelanto.

Seleccionadas las candidatas, cada comitiva se aprestó a sacar triunfante el nombre de su aspirante con las diversas actividades que por esa época se ofrecían. El Tennis Club, que presidía con acierto el Dr. Luis Francisco Guerrero, apoyaba a su postulante Marina Polanco, una de sus más prestante y encantadora deportista y se informaba que todos los socios, capitaneados por un selecto grupo de caballeros, entre quienes se contaban César Lara, Carlos Echeverri, Bernardo J. Hernández, Guillermo Torrado y Carlos Luis Peralta entre otros, trabajaban tesoneramente  por su triunfo. Para una recolecta de fondos más efectiva, se programó en su sede social de la calle octava un festival alusivo a los próximos acontecimientos deportivos con la presencia de todas las candidatas.

Mientras tanto, la comitiva de Blanquita Mieles, candidata de la Asociación de Empleados inició una fuerte campaña para llegar al chocorazo de a 5 centavos el voto. E

l Club del Comercio a su vez que sostenía la candidatura de la espiritual y elegante damita Yolanda Faccini, aspiraba que sus socios estuvieran a la altura de sus aristocráticos salones.

Y a medida que avanzaban los días, Marujita Saieh, adelantaba contactos con el estudiantado de todos los colegios de la ciudad con el mayor de los éxitos, pues fue la candidata que al final logró obtener la mayor cantidad de votos y por ende, de dinero.

Fue tal la algarabía por el triunfo de la candidata de los estudiantes que en un acto de tamaña generosidad, ella y su familia donaron un terreno de diez mil varas cuadradas para la construcción del estadio de Cúcuta. Para el acto en mención, se dieron cita en su mansión, el gobernador Lamus Lamus, las embajadas deportivas del interior y de Venezuela, periodistas y estudiantes para recibir el valioso regalo que tanto significaba para la prosperidad de la capital. La banda de música del departamento ofreció una retreta, con lo cual se dio por terminada la jornada en el palacio de la soberana del deporte.

En las siguientes ediciones, los festejos, sobre todo la gala de coronación se desarrollaba en alguno de los clubes sociales participantes.

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