Por ahora, la única pista del homicidio del guardián del Inpec, el cabo Édgar Serrano Claro, de 39 años, es que una pareja llegó hasta su casa en el barrio Torcoroma de Ocaña y cometió el crimen.
El asesinato ocurrió al mediodía de este domingo, cuando al parecer, la mujer se bajó de la motocicleta en la que llegó con su compinche y atacó a disparos a Serrano dentro de la vivienda.
Según algunos testigos, la víctima, quien estaba de vacaciones, aprovechó para remodelar la casa para la víspera de la Navidad y para celebrar el grado de bachiller de su hija menor.
El cabo del Inpec fue asesinado a disparos en su propia casa /Foto: cortesía
El coronel George Quintero, comandante de la Policía de Norte de Santander, aseguró que se adelantan las investigaciones con la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) para esclarecer los móviles e identificar a los autores del asesinato.
A pesar de que los familiares de Serrano bajaron del segundo piso de la casa y lo trasladaron al hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña, la víctima no pudo sobrevivir.
Era estudiante universitario
Serrano Claro llevaba 17 años de servicio en el Inpec y actualmente cursaba Derecho en la Universidad Francisco de Paula Santander.
Edward Carrascal, compañero de trabajo de Serrano aseguró que siempre se caracterizó por ser un defensor de los derechos de los internos y de los guardias. Indicó que no se sabían de amenazas en su contra.
Otro homicidio
Hermes Ropero Vivas, de 39 años, fue asesinado en la noche del sábado en la discoteca Venus que administraba, en la avenida Circunvalar de Ocaña.
A Hermes Ropero lo mataron a balazos en la discoteca que administraba /Foto: cortesía.
El crimen ocurrió delante de los clientes que estaban en el lugar, quienes lo trasladaron al hospital, donde murió.