En pleno toque de queda ordenado por la Gobernación de Norte de Santander, una persona fue asesinada en la urbanización El Hatillo, ubicada en Ocaña.
Se trataba de Carlos Carrascal, a quienes los moradores de la zona no lo reconocieron, por lo que no aportaron datos a las autoridades.
El cuerpo de Carrascal fue inspeccionado y levantado por el grupo de criminalística de la policía judicial, quien adelanta las investigaciones para determinar móviles y autores del crimen.