Aunque Pablo Emilio Rugeles Martínez forcejeó con el pistolero que llegó a atacarlo, frente a la iglesia San Pío X en el barrio Cúcuta 75, su esfuerzo fue en vano. Minutos después del atentado, murió en el policlínico de la ciudadela Juan Atalaya. 

El hecho ocurrió el martes a la 1:30 de la tarde, cuando Rugeles llegó al lugar en una camioneta venezolana Grand Vitara azul, de placa AA003YE. 

La víctima, de 24 años, se bajó del vehículo y se sentó en las escaleras que conectan con la iglesia, como si estuviera esperando a alguien.

Según se conoció, dos hombres a bordo de una motocicleta llegaron al lugar, el parrillero se bajó y le disparó a Pablo Emilio, quien reaccionó y corrió detrás del agresor, desencadenándose un forcejeo que aprovechó el homicida para volver a dispararle.

Mientras la víctima iba perdiendo las fuerzas, el pistolero no dudó en seguir accionando su arma, impactándolo en cinco oportunidades en la espalda.

Rugeles intentó subirse a su camioneta, pero no aguantó y cayó al lado del vehículo gravemente herido, mientras que el homicida huyó junto a su cómplice a toda velocidad.

Minutos después, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta arribaron a la escena del ataque y acordonaron el lugar para iniciar las primeras pesquisas.

A la vez, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, asumieron las indagaciones y la inspección de la escena del crimen. El levantamiento fue realizado en el centro asistencial, hasta donde arribaron varios de los familiares de la víctima.

El cadáver fue llevado a la morgue del Instituto de Medicina Legal, donde le será practicada la autopsia.  

Las autoridades judiciales analizan los videos de una cámara de seguridad de un establecimiento comercial, cercano al lugar de los hechos, para identificar a los responsables del crimen.

Inseguridad

Rugeles Martínez se dedicaba a la compraventa de vehículos.

Extraoficialmente, se conoció que  la víctima habría recibido una llamada en que presuntamente lo citaron para “solucionar un problema”. 

Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, las autoridades no había verificado dicha información. 

Los habitantes del sector mostraron preocupación por este nuevo hecho violento y pidieron mayor presencia de la Policía.