Después de que Kevin Camilo Torrado Chona, alias ‘Cerebro’, y Wilmer Fabián Meneses Quintero, ‘Gordo’, salieran por Ocaña a repartir panfletos atemorizantes para obligar a varias personas a pagar las extorsiones que les estaban exigiendo, miembros de inteligencia de la Policía de Norte de Santander empezaron a seguirles el rastro.
Tras esto y haber recopilado material probatorio suficiente, los investigadores con el apoyo de la Fiscalía organizaron los allanamientos en los lugares donde se encontraban los dos hombres.
Fue así como las autoridades le dieron un golpe a quienes se estarían encargando de extorsionar para financiar las acciones ilegales de los grupos delincuenciales en ese municipio de Norte de Santander.
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La operación que estuvo dirigida por miembros del Gaula e inteligencia de la Policía y el Ejército se dio hace unos días en los barrios Cristo Rey y La Laguna, en Ocaña, donde fueron interceptados Kevin Torrado y Wilmer Meneses.
Los dos presuntos extorsionistas fueron presentados ante la Fiscalía y luego un juez los envió a la prisión de Ocaña.
En coronel John Robert Chavarro Romero, comandante de la Policía de Norte de Santander, aseguró que esto es un impacto para contrarrestar la extorsión en el departamento.
“Con este resultado impactamos significativamente las estructuras dinamizadoras de extorsión en Ocaña. Continuaremos la lucha frontal contra el secuestro y extorsión en todo el departamento”, afirmó el oficial.
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El allanamiento
En ese ajetreo por investigar qué había en las residencias de los capturados, las autoridades registraron cada rincón de las viviendas, encontrando una pistola, 18 panfletos extorsivos, tres banderas alusivas al Epl (Los Pelusos) y un uniforme tipo militar.
Kevin Torrado y Wilmer Meneses tendrán que responder por los delitos de tráfico, fabricación y porte de armas de fuego y uso privativo de prendas militares.
Los panfletos
Según las autoridades, los hombres fueron vistos cuando repartían unos panfletos con un mensaje amenazante a los comerciantes para que pagaran la ‘vacuna’ que ellos exigían para la financiación de su grupo.
Se conoció que dentro de la información que anunciaba el panfleto, quienes no accedieran a comunicarse en el tiempo que el papel establecía, serían declarados objetivos militares.
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