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‘Causa’, el venezolano detrás de la banda La Línea
Las autoridades ya tienen plenamente identificado al cabecilla y le expidieron cuatro órdenes de captura.
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Sábado, 9 de Marzo de 2019

Jesús José Hernández Almarza, quien se hace llamar Causa, es un venezolano de 24 años que durante mucho tiempo se dedicó al contrabando en la frontera entre Cúcuta y Venezuela, y cuyas ansias de poder y dinero lo llevaron hace menos de dos años a iniciarse en el mundo criminal integrando La Línea, una tenebrosa banda que secuestra, extorsiona, desaparece y asesina bajo la mirada cómplice de las autoridades en El Escobal, justo al lado del puente internacional Francisco de Paula Santander. 

Tal ha sido el desempeño de este sujeto dentro de esta organización criminal, que desde hace menos de cuatro meses la lidera. Él, según fuentes judiciales, asumió el mando luego de que la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) capturara en octubre del año pasado a Libardo Andrés Toro León, alias El Tío o Tyson. Su misión es seguir manteniendo activo el imperio del terror que esta estructura montó en seis kilómetros de frontera, entre Boconó, El Escobal y parte de El Cerrito (Cúcuta), colindando con Ureña por el lado venezolano. 

Aunque Causa había intentado mantenerse en el anonimato, saliendo muy pocas veces de su guarida en la invasión La Isla, La Opinión logró ponerlo al descubierto hace tres semanas cuando en un trabajo investigativo reveló que él era el cabecilla principal de esta estructura criminal y que es el responsable de más de una docena de asesinatos, según fuentes judiciales, así como de un gran número de extorsiones y desapariciones en los últimos 18 meses. 

A raíz de este trabajo periodístico, las autoridades judiciales, encabezadas por la dirección de Fiscalías, se reunieron para verificar qué tenían contra él y la banda que lidera, pues quedó al descubierto que La Línea es la que impone la ley en ese tramo fronterizo con Venezuela con el apoyo de varios policías, y que además tiene varios puntos donde mantiene secuestrados, contrabando y hasta armas. También usan un inmueble conocido como ‘La Casa del Terror’. 

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La isla es una invasión que está a espaldas del CAI El Escobal; desde allí, ‘Causa’ ordena toda clase de delitos, sin que la Policía sea capaz de capturarlo.

Todo funciona a espaldas del CAI El Escobal. 

Luego del jalón de orejas por parte de la directora de Fiscalías, porque a todos los organismos de seguridad les habría quedado grande desarticular La Línea, las autoridades judiciales agilizaron algunas investigaciones que tenían engavetadas, comprobando que el venezolano Jesús José Hernández ha participado directamente en tres hechos de sangre y una extorsión, por lo que de inmediato lograron que los jueces expidieran cuatro órdenes de captura en su contra, que hasta el momento no han sido ejecutadas.

Los hechos en los que participó

Uno de esos cuatro procesos penales y por el cual a Causa le sacaron la más reciente orden de captura, fue la masacre que se registró el sábado 16 de febrero en el barrio Torcoroma III, donde fueron asesinados cinco hombres. Las autoridades judiciales pudieron establecer que este hombre ordenó ese trágico hecho por un ajuste de cuentas. 

Otro caso es el homicidio de Stifen Augusto Pineda Fuentes, ocurrido el pasado 15 de febrero, afuera de un supermercado de El Escobal que está a escasos 10 metros del puesto de control fronterizo del puente internacional Francisco de Paula Santander. 

Se conoció que los investigadores judiciales pudieron establecer que Jesús Hernández Almarza fue quien asesinó al comerciante de víveres por no querer pagar la ‘vacuna’ que esa red criminal le tiene estipulada a todos los comerciantes de esa zona de Cúcuta. “Con las pruebas recopiladas se logró que un juez avalara la orden judicial”, señaló una fuente cercana a las pesquisas, pero que por seguridad no se identifica. 

De los otros dos hechos La Opinión no logró obtener mayores detalles, pero también se trataría de un asesinato ocurrido hace unas semanas, así como de las extorsiones que le vienen haciendo a todas las personas que trabajan o se movilizan por El Escobal, Boconó y parte de El Cerrito.

Cómo es el ‘negocio’

Los investigadores judiciales han logrado establecer que Hernández Almarza permanece en La Isla rodeado de varios hombres que lo protegen, y que es hasta allí donde Tío Menor, Tío Negro y Tía Marina le llevan el dinero que recogen en las trochas, tras cobrar por el paso de contrabando y el ‘peaje’ que debe pagar todo aquel que quiera movilizarse por esos caminos fronterizos ilegales. 

“Sabemos que los pimpineros tienen una cuota mensual que va desde los $100 mil hasta los $300.000; además, por cada pimpina que pasan diariamente de Venezuela hacia Colombia, deben pagar $2.000 o $3 mil. Imagínese ahí cuánto se hacen si por cada una de las trochas se mueven entre 30 y 50 de estas personas trayendo combustible”, aseguró la fuente judicial. 

A esto se le suma que por esos pasos ilegales también se movilizan vehículos de carga y camionetas, además de personas que por no pasar por los puentes internacionales, deciden ir y venir por ahí. “A los dueños o conductores de esos carros, camiones o camionetas, les cobran duro, van desde un millón de pesos hasta $20 o $30 millones. A los que pasan a pie solo les quitan $3.000 o $5.000”, contó un exintegrante de esa organización criminal. 

La fuente judicial también señaló que quienes recogen el dinero en cada uno de los pasos informales son integrantes de mucha confianza de Causa que usan alias con la palabra Tío para burlar a las autoridades. “Sabemos que todo este dinero va a parar a manos de Cepillo (José Domingo González Santiago), quien está en prisión desde 2017; Amas (Luis Alberto Ramírez Camacho) detenido en 2016; y alias Walter, que está libre pero se la pasa de un lado para otro en la frontera”. 

Lo peor de todo –según la fuente- es que hay varios hombres de la Sijín y de la Policía de Vigilancia que estarían ‘trabajando’ con esta estructura criminal y por eso tendrían acceso de primera mano a toda la información que se mueve en los estrados judiciales. 

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Habría una guerra por el poder

Las autoridades tienen claro que en este momento dentro de La Línea se dio una ruptura por el no respeto de territorios entre los mandos medios, por lo que se estaría presentando una ‘guerra’ interna, la cual ha desatado varios homicidios.

“Se sabe que Causa y Walter no le estarían rindiendo cuentas a nadie, tratando de monopolizarlo todo; pero por otra parte están Barbas o Marranero, que le rinde cuentas a Cepillo; y Kike, capturado el jueves, le trabajaría a Amas. Todos ellos se pelean y por eso es que este año se han presentado tantos homicidios. 
Ahora mismo se calmaron por el problema de la frontera”, sostuvo la fuente.

Cabe resaltar que hacia territorio venezolano, más exactamente en Ureña, La Línea tiene un grupo delincuencial aliado que se hace llamar la banda de La U, integrada por una estructura a la que le dicen Los Petare; ellos son venezolanos que se encargan de secuestrar y extorsionar al otro lado de la frontera, además de matar a todo aquel que no les pague.

¿Los Yukpa ayudan a La Línea?

Los tentáculos de esta organización criminal son tan grandes, que dentro de las investigaciones también aparece que algunos Yukpa, integrantes de la tribu indígena que se desplazó desde la Serranía del Perijá, en la Cordillera de los Andes (Venezuela), hacia El Escobal, estarían delinquiendo con esa banda.

Un exintegrante de La Línea le aseguró a La Opinión que en ese punto de la frontera donde hoy se encuentran varios integrantes de dicha tribu, se puede observar a varios cabecillas de la estructura. “Ellos se la pasan ahí porque saben que ni la Policía se mete con los Yukpa”, indicó.

Esto lo confirma la fuente judicial, que manifestó que a las autoridades les es difícil entrar a ese punto porque los indígenas al ver que alguien va a entrar sin permiso, salen en manada a atacar con piedras, palos y machetes.

“Esa banda se ha encargado de dotarlos de machetes y palos para que los defiendan; ese tema con los indígenas es muy difícil por lo que tiene que ver con derechos humanos. Por ahí pasan drogas, armas, dinero y contrabando, pero ninguna autoridad se les mete porque de inmediato se forma el problema. En las pocas oportunidades que la Policía ha logrado entrar, los bandidos salen corriendo para el otro lado de la frontera y desde allá se burlan de nosotros”, indicó la fuente.

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