La muerte y la zozobra volvieron a aparecer en la polvorienta carretera que de Puerto León conduce a Banco de Arena, zona rural de Cúcuta. El martes, fueron acribillados a disparos los cuñados Omar Rodríguez Carrillo y Freddy Ezequiel Infante Hernández.
El inclemente sol que caía en la mañana del martes en este sector desolado se mezcló con las miradas de tristeza y dolor de los familiares de las víctimas, quienes permanecieron junto a los cadáveres, a un costado de la carretera, a la espera de que miembros de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, los levantaran.
Carrillo, de 32 años y su cuñado, venezolano, de 38, viajaban en una motocicleta Yamaha XT 200, cuando dos desconocidos se les acercaron, también en una moto y les dispararon, ocasionando que las víctimas cayeran al piso.
Los pistoleros se bajaron de la moto y procedieron a rematar, a sangre fría, a los cuñados. Ambos murieron de manera inmediata, uno junto al otro.
Los investigadores hallaron 30 vainillas en la escena del doble crimen.
“Una máquina de soldar y algunas herramientas que llevaban Carrillo e Infante quedaron al lado de los cadáveres. Sin embargo, los homicidas se robaron la motocicleta y huyeron del lugar sin dejar ningún rastro”, señaló un investigador judicial.
Algunas personas que los vieron mientras escapaban, a toda velocidad, hacia Puerto Santander, aseguraron que por poco se estrellan con una maquinaria pesada en la vía.
Mecánicos
Infante Hernández llegó hace dos meses con la hermana de Omar, provenientes de Venezuela, buscando una mejor opción de vida.
Desde entonces, se dedicó a ayudarle a Carrillo como mecánico de guadañas y motobombas en Puerto Santander.
Omar tenía tres hijos y un taller de carpintería en su casa, ubicada en Pacolandia, cerca de Banco de Arena.
El martes, a las 6:30 de la mañana los dos salieron como acostumbraban todos los días, con rumbo al lugar de trabajo, cuando fueron interceptados por los pistoleros.
Temor
Según se conoció, los habitantes de esta zona rural fueron advertidos por un grupo de 20 hombres fuertemente armados, vestidos de negro, de que nadie puede deambular por las calles después de las 10:00 de la noche.
Asimismo, le estarían impidiendo trabajar a algunos pobladores de la zona.
El martes, algunas madres de familia llegaron angustiadas a la sede de la escuela Palmarito, en Banco de Arena y retiraron a sus hijos de las aulas de clase, luego de que conocieran de una presunta amenaza de ataque contra la estación de Policía, que está ubicada cerca al centro educativo.
