Tropas de la Trigésima Brigada, pertenecientes a la Fuerza de Tarea Vulcano, desactivaron tres artefactos explosivos tipo cilindro de 20 libras, pertenecientes al Eln, que estaban ubicados en la vía que comunica a Cúcuta con Tibú.

El lugar en el que fueron hallados, uno de ellos enterrado en la mitad de la carretera, es el sitio conocido como San Miguel.

Según las investigaciones de las tropas del Ejército, el frente Juan Fernando Porras Martínez del Eln pretendía atentar contra la población que a diario se desplaza por esa carretera.

Realizados los protocolos de seguridad, hombres del grupo de Explosivos y Demoliciones del Ejército Nacional, destruyeron de manera controlada las cargas mortales, protegiendo a la población civil del uso y abuso por parte del Eln de artefactos explosivos, prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario.

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